En el marco del Festival “Marea Verde” que se realizó el sábado 28 de julio en el foyer de la Casa de la Cultura de Ushuaia, profesionales de distintas disciplinas médicas y sociales de toda la provincia presentaron y firmaron un documento en el que manifiesta su apoyo al proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados y que el próximo 8 de agosto se debatirá en el Senado.
En el documento, los y las profesionales, expresan su “convicción de respetar y garantizar los derechos de las personas que solicitan interrupciones legales de embarazos”.
Asimismo, entienden que es un problema salud pública por lo que afirman “respetamos sus decisiones sin anteponer nuestra opinión y cumplimos las normativas vigentes en un Estado que debe velar por los intereses colectivos de la población por sobre cualquier dogma de fe”.
Al respecto de la objeción de conciencia y del pedido de modificar el proyecto en debate para permitir la objeción de conciencia institucional -como lo hizo el socio gerente de la Clínica San Jorge, Carlos Sánchez Pósleman- los profesionales sostienen “es desproporcionado, teniendo en cuenta la implicancia que la misma genera a la libertad y derecho al acceso a la salud de las pacientes y problemas para el sistema de salud”.
Y agregan “cuando no se pudo prevenir, cuando todo falló y no se pudo acceder a la información o los insumos necesarios, sería una equivocación arrogarnos la atribución de juzgar a quienes toman la decisión de abortar, cuando nuestro deber es el de asistir desde nuestra formación profesional”.
En este sentido, a través de esta carta solicitan la legalización de esta “práctica sanitaria necesaria” explicando que “tanto quienes deciden la interrupción del embarazo como los profesionales de la salud, lidiamos a diario con el estigma social e institucional alrededor del aborto que dificulta el acceso a servicios de calidad, con tecnologías adecuadas, en el marco de confidencialidad y respeto a las decisiones responsables y autónomas”.
Desde la experiencia sostienen “las demoras, excusas y obstáculos a sortear, toman diversas formas, van en detrimento de los resultados en salud deseables, fomentan la clandestinidad, ponen en riesgo la vida y la salud de las personas más pobres, y lo que a algunas les cuesta dinero a otras les cuesta la vida”.
Cierran el documento poniéndose “a disposición de las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación y la Provincia nuestros conocimientos y experticia para seguir garantizando los derechos sexuales y reproductivos como parte inherente a nuestro trabajo, y en particular los derechos vinculados a la Interrupción Legal del Embarazo”.
Y diciéndoles “a las personas con capacidad de gestar que decidan interrumpir el embarazo, sepan que no las abandonaremos y las acompañaremos, de acuerdo con la legislación vigente. Respetaremos su decisión y sus derechos. Cuentan con nosotras y nosotros”.
Al respecto de este documento, Tiempo Fueguino consultó a uno de los firmantes, el Licenciado en Psicología Guillermo Hojvat que explicó “nos organizamos entre médicos, psicólogos, enfermeros, operadores socio terapéuticos, profesionales de la salud de todo tipo, incluso abogados que trabajan en temas referidos a la salud, y realizamos este documento consensuado para visibilizar que en Tierra del Fuego existimos muchos y muchas profesionales que nos vamos a abandonar a las personas con capacidad de gestar como hoy muchas veces se hace con la Interrupción Legal del Embarazo, el aborto no punible”.
Y recalcó “lo que queremos es por un lado apoyar a todas las mujeres para que se sientan libres de poder ejercer el derecho a la Interrupción Legal el Embarazo y también que sepan que hay muchos de nosotros que trabajamos en salud y entendemos que es necesario y que merece ser aprobado este proyecto para que ampliar los derechos de las mujeres”.
Al respecto del pedido de Sánchez Pósleman de permitir la objeción de conciencia institucional sostuvo “me parece que no entendió bien la ley, el proyecto establece que hay que viabilizar esta demanda (la del aborto legal) y si el médico que atiende a esta persona es objetor de conciencia tiene derecho a no hacerlo pero la institución debe garantizar que esa persona gestante pueda acceder al derecho tanto sea en esa institución como en otra, garantizando la derivación y acompañando para que sea garantizado ese derecho”.
Consultado sobre cómo incide, desde el campo de la psicología, la práctica del aborto Hojvat sostuvo “muchas veces se argumenta que abortar es traumático, por supuesto que abortar puede tener algo de traumático para todas las personas gestantes porque nadie quiso embarazarse e ir a abortar, nadie lo quiere, nadie lo va a festejar, nadie va a embarazarse para ir a abortar, ahora es un derecho que no las dejen morir si necesitan salir de esa situación, lo más traumático siembre va a ser que nadie te acompañe”.
