A tres años del accidente que cobró la vida de cuatro tripulantes de un vuelo sanitario, el informe final reveló que la falta de un simple clip de bloqueo en los controles de la aeronave provocó el fatal desenlace.
Tres años después de la tragedia que conmocionó a la aviación argentina, el informe definitivo de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) confirmó que la ausencia de un pequeño pero crucial clip de bloqueo en el sistema de control del LearJet 35 A fue la causa del accidente que costó la vida a cuatro tripulantes en el aeropuerto de Río Grande. Las empresas operadoras, Flying América S.A. y su taller de mantenimiento Air Delta, ahora enfrentan no solo una millonaria demanda civil, sino también una inminente acusación penal por presunta negligencia.
El 1 de julio de 2022, el avión sanitario despegaba de Río Grande con destino a Buenos Aires tras trasladar a una familia local. Minutos después, la aeronave viró bruscamente hacia la izquierda y se estrelló en un campo cercano, incendiándose por completo. Los cuatro ocupantes -el piloto Claudio Canelo, el copiloto Héctor Vittore, el médico Diego Ciolfi y la enfermera Denise Torres García- murieron en el acto.
El informe técnico determinó que los cables que conectaban los mandos de la cabina con los alerones (superficies de control que permiten girar el avión) se habían desenroscado progresivamente debido a la falta de un clip de seguridad. Este pequeño componente, que cuesta apenas unos dólares, evitaba que los tensores se aflojaran con el movimiento. Su ausencia hizo que, en el crítico momento del despegue, cuando el avión requiere ajustes constantes, los pilotos perdieran por completo el control.
La investigación reconstruyó la cadena de fallas en el mantenimiento:
– Julio de 2016: Durante un reemplazo de los cables de control, el clip debió ser removido, pero no hay registros de que se reinstalara.
– Febrero de 2020: Una inspección de tensión de cables requirió manipular el mismo clip, pero el procedimiento no estaba detallado en los manuales.
– Noviembre de 2021: Una revisión rutinaria no incluyó la verificación del clip, ya que no era parte del checklist.
El informe concluyó que, en algún momento entre 2016 y 2020, el clip dejó de colocarse, permitiendo que, tras miles de horas de vuelo, los cables perdieran tensión hasta soltarse por completo.
La JST emitió en 2023 una recomendación a Bombardier (fabricante del LearJet) para actualizar sus manuales y especificar la instalación del clip. La empresa lo implementó en 2024, pero el cambio llegó demasiado tarde.
Ahora, la Justicia Federal de Río Grande avanza con dos acciones clave: Acusación penal, el fiscal deberá determinar si las empresas operadoras incurrieron en negligencia criminal por omitir un procedimiento crítico. Y demanda civil, la familia de Denise Torres García ya presentó una acción por daños y perjuicios contra Flying América y Air Delta, que pertenecen al mismo grupo empresarial.
El abogado querellante, Francisco Ibarra, sostiene que «el accidente era evitable si el taller de mantenimiento hubiera seguido protocolos básicos». Las compañías, por su parte, podrían argumentar que el manual no especificaba la revisión del clip, aunque la JST ya advirtió que su ausencia era detectable en inspecciones rigurosas.
El caso sentó un precedente en la regulación de mantenimiento de aeronaves en Argentina. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) analiza incorporar revisiones obligatorias de componentes críticos no siempre detallados en manuales. Mientras tanto, el informe final de la JST sigue siendo clave para evitar futuras tragedias por fallas aparentemente menores, pero con consecuencias catastróficas.
A tres años del accidente, las víctimas siguen esperando justicia, y la industria aérea local enfrenta un duro recordatorio: en aviación, hasta el componente más pequeño puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.