Investigadores del CADIC-Conicet se encontraban monitoreando la zona en busca de colonias de pingüinos en la Isla de los Estados, cuando se toparon con las cuevas de la especia Magallánica.
En este tipo de paisajes, las cuevas pueden alcanzar más de un metro de profundidad y pueden ser difíciles de encontrar entre la vegetación.
Durante los monitoreos, que se hacen con cámaras-trampas, también se extrae sangre de los ejemplares y toma de muestras biológicas. “Recorriendo una de las colonias de pingüinos Penacho amarillo, encontramos individuos de pingüino de Magallanes y notamos que era una colonia incipiente recién comenzando”, le dijo a Tiempo Fueguino la científica del CADIC Ana Raya Rey.
Según los primeros cálculos, habría más de 150 parejas de magallánicos en esa localidad de la Isla de los Estados. Pero cómo se hace el censo?
Para obtener un número aproximado de estos pingüinos, se hacen puntos en la tierra para determinar densidad, es decir, número de individuos por metro cuadrado. Luego, ya sea por fotografía aérea o con fotos con drone, aunque también con Google Earth, se delimita el área de la colonia de pingüinos con GPS, se calcula el área dependiendo de la localidad y la extensión de la colonia, luego se extrapola la densidad al área total, lo que arroja el número total de individuos con una incerteza propia del error del muestreo.
“Hay pingüinos de Magallanes en otras áreas, lo interesante de esta colonia es que está en un lugar que no es el ambiente habitual de esta especie, está en un lugar con mucha rompiente, muchas rocas, y tienen que subir una colina bastante pronunciada, y los pingüinos están edificando a 190 mts del nivel del mar. Cuando para esta especie, la altura máxima de sitios en edificación es de 85 mts sobre el nivel del mar”, explicó Rey.
Si bien el pingüino magallánico tiene problemas de conservación, su nueva localización pondría en aprietos a la otra especia, la del pingüino de penacho amarillo, especie que sí presente problemas serios de conservación.
“El magallánico no esta tan crítico, sus poblaciones están disminuyendo en algunas localidades, pero sí se está relocalizándose, lo que habla del cambio climático y modificación de sitios de edificación”, dijo la científica.
Uno de los problemas que presentaba el magallánico está relacionado con el empetrolamiento, ya que se trata de pingüinos muy costeros, pero por el momento no habría este tipo de peligros.
El principal problema para el magallánico es la falta de alimento en el mar, producto de la sobrepesca o del cambio climático, que produce un cambio en la distribución de las presas, con lo cual o bien se tienen que desplazar mucho, o bien mudan sus colonias.
Según Reyes, el magallánico “está en lugares donde está el pingüino penacho amarillo, y podríamos sospechar un corrimiento del nicho, lo que puede ser beneficioso para el magallánico y perjudicial para el Penacho Amarillo”.
