El Ejecutivo debatió en la Casa Rosada su proyecto para simplificar el sistema impositivo. La meta es reducir la cantidad de tributos para fomentar la inversión y combatir la evasión fiscal.
En un paso más dentro de su agenda de reformas estructurales, el Gobierno nacional convocó este lunes una nueva sesión del Consejo de Mayo en la Casa Rosada, con el objetivo central de activar el debate sobre la propuesta de reforma tributaria que planea implementar el año próximo.
El órgano, presidido por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y que reúne a representantes de diversos ámbitos políticos, sindicales y empresariales, se constituyó como el ámbito formal para la discusión inicial de esta iniciativa, considerada por el presidente Javier Milei como un pilar fundamental para atraer inversiones y dinamizar la economía.
La reunión, que contó con una nutrida asistencia de consejeros y especialistas, forma parte del conjunto de denominadas “reformas de segunda generación”.
Si bien también se evaluó abordar tangencialmente la reforma laboral -un tema tratado en julio-, el eje de la jornada fue exclusivamente el sistema impositivo.
El Gobierno busca reducir significativamente la cantidad de tributos, actualmente 155 según un estudio del IARAF, y concentrar la recaudación en unos pocos impuestos clave para simplificar el sistema y combatir la evasión.
La proyección oficial apunta a generar un marco de certidumbre tanto para inversores extranjeros como para empresas locales, que actualmente enfrentan desventajas competitivas.
Si bien el Consejo funciona como una herramienta de diálogo, las iniciativas consensuadas en su seno deberán posteriormente ser debatidas y aprobadas por el Congreso Nacional, donde se espera un tratamiento legislativo durante el próximo año.