El cierre de la oficina de Aerolíneas Argentinas en Ushuaia marca un paso más en el plan de reestructuración del Gobierno, que busca reducir costos y privatizar la aerolínea estatal.
Este 21 de diciembre de 2024, Aerolíneas Argentinas cerró de manera definitiva su oficina en Ushuaia, marcando un hito significativo en el proceso de reestructuración impulsado por el Gobierno nacional. Este cierre se inscribe dentro de un plan más amplio que busca reducir costos operativos y transformar a la aerolínea en una opción atractiva para posibles compradores.
La decisión fue anunciada con un cartel en la entrada de la sucursal, que informaba sobre el cese permanente de operaciones. Este movimiento se produce a pesar de que, semanas antes, la empresa había declarado que mantendría sus oficinas abiertas al menos hasta fin de año.
La oficina de Ushuaia no fue la única afectada; también se cerraron las sucursales en El Calafate y se prevé el mismo destino para San Juan y Jujuy.
El cierre de la oficina en la capital de Tierra del Fuego suscitó reacciones, entre ellas las del gobernador Gustavo Melella, quien había expresado su oposición a la privatización y resaltado el papel de Aerolíneas Argentinas en la conectividad y desarrollo regional.
Desde Aerolíneas Argentinas argumentaron que los cierres son parte de una estrategia para optimizar recursos y mejorar su situación financiera, que ya había mostrado una reducción del 80% en el déficit en comparación con 2023.
Además, se mencionó que el cambio en los hábitos de consumo ha llevado a una disminución drástica en las ventas presenciales, representando solo el 1% del total de los boletos emitidos.
Con el cierre de Ushuaia, Aerolíneas Argentinas continúa avanzando en su plan de privatización, dejando incertidumbre sobre el futuro de sus operaciones en otras localidades y el destino del personal afectado por estos cambios.
