La empresa tecnológica argentina, pionera en Wall Street, anunció el cierre de dos sedes por baja ocupación, una de ellas la de Ushuaia. Garantizó la reubicación de empleados. Mientras enfrenta un desplome del 56% en sus acciones, avanza con su expansión internacional.
En un movimiento que refleja los desafíos económicos y las transformaciones del sector tecnológico, Globant confirmó el cierre de sus oficinas en Ushuaia y Resistencia, dos de las catorce que mantiene en Argentina. La decisión, explicada por la compañía como una medida de racionalización ante la «extremadamente baja ocupación» y los costos operativos no justificados, no implicará despidos, según aseguró la firma en un comunicado. Los empleados afectados serán reubicados o integrados en esquemas de trabajo remoto, en línea con la política de flexibilidad que la empresa promueve desde la pandemia.
Fundada en 2003, Globant se consolidó como el primer unicornio argentino en cotizar en Wall Street, destacándose por su crecimiento exponencial y su portafolio de servicios en innovación, diseño e inteligencia artificial. Sin embargo, 2025 ha sido un año turbulento para la compañía: sus acciones acumulan una caída del 56,1%, arrastradas por resultados financieros por debajo de las expectativas y un enfriamiento en la demanda de servicios digitales, especialmente en Estados Unidos, su mercado clave. En mayo, la firma registró su peor jornada bursátil histórica, con un desplome intradiario del 33,7%, según datos de Bloomberg.
El contexto global no ha sido favorable. La incertidumbre por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, sumada a la aceleración de la inteligencia artificial en los negocios, ha obligado a las empresas tecnológicas a redefinir estrategias.
Globant no es la excepción: mientras reduce su presencia en algunas localidades argentinas, avanza en su internacionalización. Recientemente inauguró una sede en Riyadh, Arabia Saudita, y reforzó su apuesta por la IA con el lanzamiento de «AI Studios» y «AI Pods», herramientas diseñadas para atraer clientes en un mercado más competitivo.
«Argentina sigue siendo una operación central para nosotros, con más de 5.000 empleados», aclaró un vocero, subrayando que el cierre de las sucursales no afecta el compromiso con el país. La empresa, que emplea a profesionales de 103 nacionalidades en 36 países, insiste en que la medida responde a una optimización de recursos. Pese a los números rojos en Wall Street, la compañía experimentó un repunte del 8% en el último trimestre, atribuido a nuevos contratos internacionales.
El cierre de las oficinas en las capitales de Tierra del Fuego y Chaco marca un contraste entre la retracción local y la expansión global de Globant. Mientras ajusta su estructura en Argentina, la firma busca consolidarse en mercados emergentes y liderar la ola de transformación digital, aunque el camino no esté exento de obstáculos. Para los «globers» de Ushuaia y Resistencia, el cambio implica adaptarse a un modelo laboral más descentralizado, en una industria donde la presencialidad ya no es una regla.