Familiares de policías retirados de Tierra del Fuego denunciaron que llevan más de seis meses sin percibir haberes ni aguinaldos. Apuntan contra la falta de respuestas oficiales, advierten sobre la crítica situación económica que atraviesan y reclaman una solución urgente para preservar la dignidad de quienes integraron la fuerza desde sus inicios.
Familias de policías retirados de Tierra del Fuego hicieron público un fuerte reclamo ante la falta de pago de haberes y aguinaldos, una situación que —según denuncian— se extiende desde hace más de seis meses sin respuestas concretas por parte del Estado provincial ni de los organismos previsionales correspondientes.
A través de un comunicado, esposas, pensionadas e hijos de efectivos retirados expusieron la gravedad del escenario que atraviesan, marcado por la imposibilidad de cubrir necesidades básicas, el deterioro de la calidad de vida y una creciente incertidumbre económica. “No se trata solo de números, se trata de dignidad”, señalaron, al tiempo que reclamaron que se respete el esfuerzo y la trayectoria de quienes formaron parte de la fuerza policial desde los primeros años de la provincia.
El reclamo apunta directamente a la falta de definiciones oficiales y a la ausencia de información clara sobre los motivos de la demora en los pagos. Las familias aseguran haber agotado las vías administrativas sin obtener respuestas, lo que profundiza el malestar y la sensación de abandono. En ese sentido, remarcaron que los policías retirados no cuentan con margen para seguir esperando, ya que muchos dependen exclusivamente de sus haberes previsionales.
En el documento también se advierte sobre el impacto emocional y social que genera esta situación prolongada, especialmente en adultos mayores que enfrentan gastos médicos y compromisos económicos ineludibles. “No pedimos privilegios, exigimos lo que corresponde por derecho”, sostuvieron.
Además, no descartaron avanzar por la vía judicial para que se determinen responsabilidades y se garantice el cumplimiento de las obligaciones del Estado. Consideran que la crisis del sistema previsional no puede seguir resolviéndose a costa de quienes ya cumplieron su etapa laboral y aportaron durante años al sostenimiento del sistema.
Las familias expresaron su expectativa de que el año próximo marque un punto de inflexión y permita una recomposición de los pagos adeudados, aunque aclararon que continuarán visibilizando el conflicto hasta obtener una solución concreta. “La dignidad de nuestros retirados no es negociable”, afirmaron.
El reclamo vuelve a poner en agenda la situación de la Caja de Previsión Social y el impacto que su crisis tiene sobre uno de los sectores más vulnerables del sistema, en un contexto económico provincial ya de por sí complejo.
