La profesional en Fonoaudiología detalló cuáles son los trastornos más
comunes, la importancia de la detección temprana y el rol de las
familias en el proceso de estimulación.
El neurodesarrollo es un proceso fundamental en la formación de las
capacidades cognitivas, emocionales y sociales de una persona. Según la
licenciada en Fonoaudiología Esilda Seidan, «es el desarrollo neuronal, en
donde la persona va adquiriendo diferentes características
dependiendo de la edad cronológica que va teniendo». Sin embargo,
advierte que «hay mucha desinformación» sobre el tema y que, cuando
existe un trastorno, «es porque hay algo dentro de ese desarrollo que no
se dio de una forma esperable».
Entre los trastornos más conocidos, Seidan menciona el autismo (TEA) y el
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), aunque aclara que,
según el DSM-5 -manual científico de referencia-, existen seis categorías
principales.
La especialista enfatiza que la detección temprana, especialmente antes de los
cinco años, es crucial debido a la plasticidad cerebral. «El cerebro es
plástico. Plástico quiere decir que tenemos la capacidad de aprender
hasta 90, 95 años. Pero donde más rápido van a aprender los chicos es
hasta los cinco años». Para ilustrarlo, utiliza una metáfora: «En ese tiempo,
el cerebro de los niños es como una esponjita, que absorbe al toque
toda la información que uno le brinda».
En cuanto a las señales de alerta, Seidan recomienda observar la interacción
durante el juego. «Si te mira a los ojos cuando habla, si señala, es decir,
que apunta con el dedo». También menciona el juego simbólico como
indicador: «Si un nene está jugando con un autito y lo hace rodar como
corresponde, no es que por ahí lo golpea contra la pared porque le
gusta el ruido que hace».
En relación con el sobrediagnóstico, la fonoaudióloga advierte que «hay
mucha información y por ahí no sabes de dónde viene». Aconseja a los
padres consultar con profesionales ante dudas persistentes: «Si lo llamé a mi
hijo tres veces y no me respondió, y me llama la atención porque no lo
hace una vez, sino que lo hace siempre, voy y consulto».
Respecto al impacto de las redes sociales, Seidan reconoce que son un «arma
de doble filo». Aunque facilitan el acceso a la información, también generan
confusión: «Hay muchas opiniones que se contradicen». Además, critica el
uso excesivo de pantallas en niños pequeños: «En el mundo ideal, estaría
buenísimo pantalla cero hasta los tres años».
Finalmente, sobre el manejo post diagnóstico, destaca la importancia del
trabajo interdisciplinario. «Hay muchas terapias que ayudan a que los
niños, más allá del diagnóstico, tengan una mejor evolución», como
fonoaudiología, psicología y terapia ocupacional. También recalca la necesidad
de acompañamiento en las escuelas: «Las parejas pedagógicas ayudan un
montón a alivianarle la tarea al docente».