El organismo recuperó su autarquía y enfrenta el desafío de desarrollar las cadenas productivas fueguinas con recursos limitados y mediante articulación interinstitucional.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Tierra del Fuego atraviesa un proceso de reorganización tras recuperar su autarquía, mientras enfrenta el desafío de responder a las demandas productivas del territorio austral.
Fabián Boyeras, director de la Estación Experimental Agropecuaria, explicó en FM Master’s: «A partir del decreto 462, el INTA había perdido la autarquía. El INTA nace con esa característica de ser un organismo autárquico que tiene su sistema de gobernanza». Agregó que «con la caída del decreto, eso vuelve atrás».
La situación de los recursos humanos representa una limitante central. Boyeras detalló: «Somos 18, algunos con mucha precariedad, son contratos. Tenemos 4 contratos acá en Tierra del Fuego». Y profundizó: «Tenemos una estructura aprobada pero no operativa. En lo concreto nos faltan capacidades, no tenemos veterinario, por ejemplo». Recientemente se incorporó un becario para extensión en agregado de valor de la cadena forestal, lo que permite retomar trabajos con aserraderos y carpinteros de la zona.
La misión de la Estación se centra en acompañar el desarrollo productivo. «Básicamente es estar junto a los productores pensando cómo escalar las producciones locales», señaló Boyeras.
Los ejes técnicos abarcan «ganadería, fruticultura, agroturismo, la parte forestal y la producción pecuaria». El director remarcó el objetivo estratégico: «La importancia de ser un territorio que produzca lo que consume está en el debe todavía. Desde ahí podemos generar arraigo, identidad».
La articulación interinstitucional resulta fundamental para el desarrollo territorial. «Hace falta poner en valor los espacios de planificación participativa. Convocamos a la mesa ganadera con la asociación rural, el municipio de Río Grande, el INTA y el gobierno provincial», describió Boyeras. Y concluyó reflexionando sobre el desafío fundamental: «Es básico el ordenamiento territorial, cómo vamos a pensar nuestro territorio, dónde vamos a pensar la producción». Esta visión destaca la necesidad de planificar colectivamente el futuro productivo fueguino.



