Miguel Recchia impulsa el proyecto Dejando Huellas, donde emprendedores de Ushuaia comparten sus historias. Desde donitas caseras hasta barbería moderna, cada iniciativa refleja creatividad y trabajo en equipo, demostrando que los sueños se construyen con pasión y comunidad.
En una charla dinámica y llena de energía, Miguel Recchia, impulsor del espacio Dejando Huellas, presentó en FM Master’s a cuatro emprendedores que, con creatividad y pasión, están dejando su marca en Ushuaia. Desde donitas caseras hasta barbería moderna, cada proyecto refleja el espíritu colaborativo y el entusiasmo por innovar.
El segmento comenzó con la dulce historia de M&M Donitas, un emprendimiento familiar liderado por Malena, de 10 años, y su hermana Mía, de 14. «El M y M es porque es Mía y Malena», explicó la pequeña con orgullo. Aunque Malena es la cocinera detrás de las donitas, su hermana maneja la parte comercial. «A mí me gusta la cocina y mi hermana me quiso ayudar», contó. Con sabores que van desde el clásico Rocklets hasta crocante de maní, ya sueñan con expandirse: «Cuando sea grande quiero tener mi casa de té», confesó Malena.
Luego llegó el turno de Cristian Zeniquel, de Zeni Studios, quien dejó un trabajo estable para seguir su pasión: «Dejé mi empleo en el Estado y hoy me dedico directamente a la barbería». Con técnicas modernas y un enfoque en la experiencia del cliente, destacó la importancia de la atención personalizada: «Nuestro fuerte es el ambiente que manejamos. Atendemos desde bebés hasta adultos, y hasta hacemos diseños con navaja».
La dupla de Barullo en la Isla también cautivó con su propuesta de talleres creativos. Mia, abogada de profesión, y Aldana, ceramista, unieron sus talentos para ofrecer experiencias relajantes: «Hacemos velas en cuencos de cerámica artesanal. La idea es que la gente se desconecte y se lleve algo hecho con sus manos», explicó Mia. Los talleres, pensados para eventos corporativos o reuniones íntimas, buscan combinar aromaterapia y creatividad: «No es solo hacer una vela, es vivir un momento mágico».
Recchia, como guía del proyecto, resaltó el valor del trabajo en equipo y la importancia de mantener el equilibrio: «Está bueno que sigan siendo niñas, que esto sea un juego». Con una mirada optimista, cerró invitando a la comunidad a sumarse a la próxima edición de Dejando Huellas, donde más emprendedores compartirán sus historias. «Esto es solo el comienzo», aseguró.