Por Elias García.
En el transcurso del último viernes se conocieron más despidos en el sector comercial de Río Grande, entre los cuales dos fueron desvinculaciones con causa y otras seis, sin causa; situación que incumple el Decreto 487/2020 del gobierno nacional, con prórroga hasta el 31 de julio.
El viernes al mediodía, el Centro de Empleados de Comercio realizó una breve manifestación en las inmediaciones del local Zas 3, sobre la avenida Belgrano, para denunciar el despido de tres empleadas (una sin causa y dos con causa), aunque se hizo presente personal policial para interrumpir el reclamo en el marco de la cuarentena por el COVID-19.
La situación tomará, en forma directa, la vía judicial, debido a que la empresa se niega a abonar la indemnización correspondiente.
Por otro lado, en las últimas horas se conoció el aparente cierre definitivo de “Auto-Carro”, lavadero de autos situado en Almirante Brown y avenida San Martín, con el despido de seis trabajadores, entre ellos, una mujer embarazada.
Los empleados se autoconvocaron en el local céntrico a raíz de la situación: “En el momento que arrancó la cuarentena nos avisaron que el local iba a cerrar debido al aislamiento, pero no lo hicieron a través de un telegrama ni nada legal, sólo nos mandaron un mensaje al grupo de WhatsApp”, comentaron.
“Ese mes cobramos normalmente, después todo empezó a mejorar y empezamos a preguntar cuándo iba a abrir. Varios lavaderos estaban trabajando normalmente, pero nos decían que todavía no los habilitaban y nos tenían con eso”, señalaron en declaraciones al portal Minuto Fueguino.
A través del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) otorgado por ANSES, el gobierno nacional depositó la mitad de los salarios, pero de la firma “no llegó nada”.
“La única opción que ellos supuestamente tenían era darnos un telegrama preparado, que sólo firmemos, donde decía que queríamos reducción horaria a cuatro horas por problemas personales e incluía una reducción de sueldo”, indicaron, recalcando que “si uno se negaba no abría el local”.
“Después nos llegó otro telegrama diciendo que el 30 de junio íbamos a quedar desvinculados de la empresa. Estábamos como lavadero pero vendíamos comida, un día adentro y un día afuera. En cierto periodo trabajábamos de 00 a 8 de la mañana y esas horas nocturnas no se pagaban como tal, sino como una jornada normal”, agregaron los trabajadores.
Según las declaraciones de los empleados, los responsables de la empresa evaluaban reubicar al personal en otro de los comercios, pero “directamente no avisaron nada”.
Sin poder cobrar durante los meses de abril y mayo, los empleados adelantaron que solicitarán ayuda al gremio de trabajadores de lavaderos de autos para buscar una salida a la preocupante situación.
