Por Silvana Minue-Lo dijo la víctima de violencia de género Carla Kirstein, durante la concentración que se hizo en su apoyo. «El juez le dio la mano al agresor», aseguró. La Colectiva feminista reclamó la prisión preventiva para la ex pareja y una reforma judicial transfeminista.
La Colectivo Feminista de Ushuaia concentró ayer en el Superior Tribunal de Justicia, motivada por el caso de Carla Kirstein, quién decidió exponer que hace 12 años es víctima de violencia de género por parte de su esposo, un reconocido abogado y trabajador en el Superior Tribunal de Justicia de Ushuaia.
Carla es profesora de pilates y tiene dos hijas, una mayor de edad de su primer matrimonio y otra menor de edad fruto de su actual pareja Marcelo Guzmán a quien el lunes pasado decidió denunciar por violencia de género en la Comisaría de la Mujer de Ushuaia. Sin embargo, las influencias de Guzmán hicieron que el caso se dilate, por lo cual decidió contar su calvario en un video. Tras ello, recibió muestras de apoyo, como la que se originó ayer en el edificio judicial.
Carla llegó acompañada de su abogada Fabiana Ríos y se mostró muy emocionada por la sororidad y las muestras de apoyo recibido. «En una hora, durante el domingo, se hicieron muchas cosas judicialmente de lo que no se hizo en dos semanas desde que hice la denuncia», expresó a TIEMPO FUEGUINO y a otros medios presentes.
Carla explicó que la motivación en hacerlo fue que «el violó la orden de restricción de acercamiento al otro día que se la dieron. El seguía trabajando como si nada hubiera pasado. A pesar de que el Poder Judicial también sabía lo que estaba pasado y cuando me enteré que él violó la orden de acercamiento me llené de angustia, porque yo camino sola del trabajo a casa todos los días y las noches, y pensé si una noche no llego, voy a dejar a mis hijas, a mi chiquita en manos de este tipo. Porque si yo no estoy, mi chiquita va a quedar en manos de este tipo».
«El video era mi seguro de vida, pero nunca me imaginé que se iba a armar tanta repercusión, que iba a recibir tanto cariño de todas las chicas, se armó como una red nacional, hasta recibí mensajes de otros países», dijo emocionada.
«Yo me callé durante 12 años porque pensé que estaba sola y le tenía miedo a toda esta maquinaria del Poder Judicial que lamentablemente necesita cambiar en muchas cosas y viendo todo lo que ha pasado, quiero decirles a las mujeres que se animen, que no es fácil. Es difícil y el proceso que sigue después, cuando una parte está en inferioridad de condiciones, como le pasa a la mayoría de las mujeres», aconsejó a quienes padecen violencia física, económica y psíquica.
La instructora de yoga afirmó que actualmente se encuentra con custodia policial. «La policía tendrá sus fallas, pero me trataron excelente. Ellos hacen su trabajo, quienes no lo hacen son los que tienen que tomar las decisiones importantes. A mí un juez me recibió tres minutos, no me dejó hablar después de esta denuncia y me mandó con la psicóloga de la institución, que me explicó claramente que era muy importante lo que ella escribía, porque el juez no se basaba en eso, pero él tomaba decisiones muy en función de lo que ella evaluaba», aseveró.
También contó que «le pedí que, por favor, necesitaba una decisión transitoria, aunque sea del juez, para poder irme a mi casa porque me quedaba sin la cuestión económica que proveía este hombre en casa. Me quedaba sola con las nenas. La poca familia que tengo está en Chaco, entonces le pedí por favor un permiso para eso. Yo nunca pensé en secuestrar a la menor. Pero no me dio el lugar, en cambió a él, en la misma declaración, dos días después, pidió una prohibición para que la nena salga de la provincia y el juez se la otorgó. Yo todavía ni siquiera fui notificada de eso, pero está en el expediente. El juez le dio la mano al agresor», sostuvo.
La mujer aseveró que durante la pericia psicológica que le fue realizada ayer «había un perito de parte de él. A lo cual yo pregunté ¿porque no puedo tener un perito de parte y por qué no me enteré? Y él sí tuvo tiempo de prepararla y de enviarla. Entonces, ¿qué igualdad hay acá? ¿Qué igualdad hay acá en el poder? A mí no me digan que el Poder Judicial no protege los suyos. La ventaja es evidente. Este señor, después de la denuncia, siguió trabajando como si nada pasara. Y faltaba que publicáramos este video, para que accionen, lo repito esto no es una planificación, no es una estrategia, no hay nada en juego, no es lo mismo».
«Yo jamás me imaginé esto, porque yo llevo una vida con un perfil muy bajo. Trabajo y me voy a mi casa y esa es mi vida. No tengo vida social. Y no me imaginé que se iba a armar esto, pero se tuvo que armar para que sus jefes lo obligaran a separarlo del cargo con un discurso barato. ¿Y por qué no lo separo antes? Me enteré que él puede declarar por zoom. Mientras yo tengo que ir todos los días al juzgado a dejar mi trabajo, dejar a mis hijas, exponerme a que todos me vean, y él lo puede hacer calentito desde su casa. Así que no me digan que no hay preferencias. El Poder Judicial tiene que empezar a cambiar un poco sus procedimientos y ser más igualitario. Más allá de esto, hay que animarse a denunciar, no se está sola. Las mujeres deben animarse a denunciar, pero también que el Poder Judicial tiene que ver qué hace, porque todos los días se muere una mujer», finalizó.
