Hoy se cumplen 112 años del nacimiento de una de las referentes del feminismo del siglo XX. El 9 de enero de 1908 nacía en París, Francia nacía ella, la revolucionaria pensador y escritora: Simone de Beauvoir. También murió en la misma ciudad en 1986.
Desde muy pequeña se destacó en los estudios y por ello su padre le repetía, a modo de elogio, una frase que a ella le resultaba ruidosa: “Tienes el cerebro de un hombre”.
La educación intelectual fue históricamente negada a las mujeres, pero la de Simone de Beauvoir es la primera generación de mujeres francesas educadas en pie de igualdad con los varones.Sus lecturas filosóficas comenzaron en la escuela secundaria: filosofía medieval, mística medieval, Kant, Descartes y Rousseau conformaron su base filosófica inicial.
Obtuvo títulos para enseñar literatura, filosofía, latín antiguo, griego clásico y matemática. En 1929 aprobó su examen final de la licenciatura en filosofía convirtiéndose en la estudiante más joven en la historia en recibir dicho título. Su tesis versó sobre la filosofía de Gottfried Leibniz.
Lo que para ella había comenzado como una serie de anotaciones sobre lo que pensaba y sobre sí misma, terminó por quitar la venda de los ojos que el patriarcado había puesto en las mujeres desde tiempos inmemorables: “Este mundo siempre ha pertenecido a los hombres”
Cabe destacar que entre la numerosa pila de textos que la referente publicó, sobresalta ‘El segundo sexo’ de 1949. Dicho libro es rupturista que se convirtió en una piedra piramidal del feminismo. Claro, sin obviar que fue fuertemente criticado desde el sector político, social y religioso.
‘El segundo sexo’ su obra más reconocida, un libro que influenció directamente todo el desarrollo de la filosofía feminista posterior a su publicación. Su mayor impronta fue sobre el feminismo de la segunda ola, desde donde fue apropiada por feminista liberales, socialistas y radicales por igual. A su vez, Beauvoir se nutrió de otras feministas: Virginia Woolf, Madame de Stael, Mary Wollstonecraft, Christine de Pisan, Emily Dickinson, Isadora Duncan y Clara Zetkin.
El objetivo de ‘El segundo sexo’ es la recapitulación de la cuestión femenina y hacer un estudio originario del estatus de la mujer como la ‘Otra’ del sujeto masculino. El libro habla sobre los modos específicos en el que la tradición científica, literaria, cultural, religiosa y política de occidente, creó un mundo en donde los ideales de la feminidad produjeron una ideología de la inferioridad «natural» de la mujer para justificar la dominación patriarcal. Su tesis central es que la mujer ha sido forzada a la inmanencia y su libertad ha sido oprimida.
Asimismo, esto sucedió 5 años después de que las mujeres en Francia consiguieran el derecho al voto. En paralelo, Beauvoir creía que la opresión femenina quedaba supeditada a la lucha de clases y el desarrollo del socialismo, por lo cual el movimiento feminista en sí mismo -para ella- no era productivo, tesis que explicita en ‘El segundo sexo’. Defraudada por esta perspectiva, especialmente en el devenir de la URSS; en 1972 finalmente se identifica a sí misma como feminista y declara que el trabajo era el primer paso para la liberación de la mujer y que la mujer nunca va a lograr liberarse hasta que el sistema patriarcal sea derrotado. A partir de los 70, Beauvoir se compromete con la causa feminista.
Hay que remarcar que Beauvoir es considerada hoy día una de las representantes del feminismo de la igualdad de cuño ilustrado. El feminismo de la igualdad tiene sus raíces en las premisas de la Ilustración y, sobre todo, en el concepto de universalidad: las estructuras racionales son comunes a todos los sujetos humanos, más allá de sus particulares diferencias. El feminismo de la igualdad buscaba la emancipación política de la mujer en la equidad de género.
Pasado más de 30 años de su fallecimiento, el legado de la autora se encuentra reflejado en diferentes partes del mundo, en especial en Argentina, donde el movimiento feminista es cada vez más diverso, amplio e inclusivo.
Hasta es muy probable que se haya hecho carne lo que decía Simone de Beauvoir: “No se nace mujer, se llega a serlo”.
Escritos de Beauvior
Más allá de El Segundo sexo, Simone de Beauvoir escribió numerosas obras:
- Ensayos filosóficos como ‘Para una moral de la ambigüedad’ de 1947
- ‘Para qué la acción’de 1944-, entre otros ensayos.
- También escribió novelas, relatos y obras de teatro entre las que se destacan: ‘La invitada’ de 1943,
- ‘Los mandarines’ de 1954 y
- ‘La mujer rota’ de 1968.
- Su autobiografía consta de varios volúmenes como ‘Memorias de una joven formal’ de 1958,
- ‘La plenitud de la vida’ 1960,
- ‘La fuerza de las c osas’ de 1963,
- ‘Final de cuentas’ de 1972 y
- ‘La ceremonia del adiós’ de 1981, entre otros.