Cerca de 8000 hectáreas fueron arrasadas por las llamas en la reserva provincial «Corazón de la isla», situada a pocos kilómetros del municipio de Tolhuin, en el centro geográfico de Tierra del Fuego, y que ya amenazan a las zonas más pobladas de esa área.
El incendio, que se originó hace casi una semana, no solo destruyó miles de hectáreas, sino que también afectó a bosque nativos de distintas especies como lengas, ñires y cohiues. Los pobladores que se encuentran ubicados cerca del Camping del Lagos Yehuin, en el Lago Yakush, expresaron su preocupación por la cercanía del fuego.
En las últimas horas se duplicó el número de brigadistas con la llegada de los recursos humanos y técnicos del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, que además aportó un avión hidrante y un helicóptero con helibalde para intentar controlar las llamas.
El gobierno provincial informó en el último parte que ya hay casi un centenar de brigadistas trabajando para contener el fuego. A esto se suman las más de 200 personas que se encuentran afectadas de manera permanente, a través del trabajo articulado entre diversas instituciones como los Municipios de Tolhuin, Río Grande y Ushuaia; Guardaparques Provinciales, Bomberos Voluntarios de las tres localidades, Defensa Civil, Protección Civil y Parques Nacionales. Gracias a la disminución del viento, las aeronaves pudieron salir y seguirán haciéndolo en la medida que el clima lo permita.
Mientras tanto, la Justicia comenzó a investigar si el inicio del fuego fue intencional, y al respecto el viceministro de Ambiente, Sergio Federovisky, dijo al diario El Sureño que «En este momento en Argentina hay emergencia ígnea declarada por el presidente Alberto Fernández hace más de un año y todavía está vigente. Iniciar un fuego intencionado o accidental en estas condiciones, es un acto criminal. La respuesta la tiene que dar la Justicia, que tiene que garantizar que esa prohibición sea claramente cumplida».
