En un nuevo gesto del Gobierno tendiente a atender a los sectores vulnerables en medio de la pandemia, el Ministerio de Desarrollo Social dispondrá de un bono complementario de $3.000 para los beneficiarios de planes sociales, sólo por el mes de junio, y evaluará en adelante un incremento en el salario social complementario que hoy es de $8.500 mensuales.
Luego de una reunión con los dirigentes de los principales movimientos sociales -donde hubo nuevos reclamos por la situación que transitan miles de familias desprotegidas y los problemas alimentarios que se deben enfrentar en los barrios vulnerables-, el ministro Daniel Arroyo acordó otorgar un bono complementario de los programas sociales de $3.000 que se cobrará este mes y alcanzará a unos 260.000 beneficiarios.
Este beneficio es para aquellos que forman parte del programa Potenciar Trabajo y no recibieron el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que creó el gobierno para que los sectores informales reciban una ayuda en medio de la pandemia.
El IFE lo cobraron cerca de 8 millones de personas, trabajadores informales y monotributistas de las categorías más bajas. No obstante, quedaron afuera unas 3 millones de personas además de los beneficiarios de planes sociales.
Este pago adicional que ya se había pagado en abril se volverá a abonar este mes. “El objetivo es sostener los ingresos familiares en un contexto difícil que genera la pandemia del COVID-19”, expresó Arroyo al terminar el encuentro con los movimientos sociales.
El programa Potenciar Trabajo reúne a los beneficiarios del plan Hacemos Futuro y el Salario Social Complementario. Respecto de este último beneficio, que hoy es de $8.500 mensuales, los movimientos sociales reclamaron un incremento para llevarlo a $11.500. El Ministerio de Desarrollo Social se comprometió a analizar este reclamo.
Por otra parte, se prevé un salario social complementario para los titulares individuales y créditos ministeriales a unidades de gestión como los gobiernos provinciales y los municipios.
En otro tramo de la charla con los movimientos sociales, el ministro de Desarrollo Social se comprometió a darle fuerza al proyecto de ley que se está debatiendo en la Cámara de Diputados y que contempla un bono especial de $5.000 para las personas que están al frente de comedores escolares y merenderos.
Durante la reunión con Arroyo hubo quejas y reclamos por parte de dirigentes sociales, quienes han observado que en muchos comedores escolares o barrios no llegan los alimentos en medio de la cuarentena.
Los movimientos sociales que estuvieron en Desarrollo Social están nucleados en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y son los mismos que el lunes pasado le llevaron a Alberto Fernández un polémico documento para salir de la crisis.