Por Fabiana Morúa.- Desde la Federación Argentina de Aeroclubes de Argentina –FADA- y otras organizaciones expresaron que «a raíz de la crítica situación e incertidumbre que envuelve a toda la Aviación Civil Argentina. Replicamos la segunda carta enviada desde el CONAV, al Presidente de la Nación, Alberto Fernández».
Tiempo Fueguino dialogó con el presidente del Aeroclub de Río Grande, Federico Herlein, quien declaró “enviamos la segunda carta abierta al presidente, a las autoridades ministeriales y a la ANAC”. Es una carta extensa que se puede leer en las redes, son varias páginas.
Herlein explicó: “La redacción de esta carta está a cargo del abogado de la FADA y el secretario del CONAP, quienes minuciosamente está explicando punto por punto lo que estamos próximos a sufrir si no se hace foco en la aviación general”.
Asimismo, “desde la Federación y desde el Aeroclub Río Grande estamos a disposición del Gobierno como una reserva operativa, lo cual se empieza a degradar con el correr de los días”; comentó.
El presidente del Aeroclub Río Grande sostiene que, en la segunda carta, solicitan que “se tome a la aviación general argentina como una actividad esencial en lo cual demostramos punto por punto. Donde explicamos que, básicamente lo que nos compete como Aeroclubes y Escuelas de Vuelo; informamos la gravedad de la situación, de qué nuestras escuelas están totalmente detenidas” por la pandemia y por que “como Aeroclubes tenemos una reserva operativa nacional de aviones, pilotos y tripulaciones ante la pandemia”.
La reserva está conformada con “nuestras aeronaves, las cuales, al no poder volar en los últimos días, las reglamentaciones técnicas a cumplimentar y de entrenamiento no se puede llevar adelante. Por lo que, los pilotos, mes a mes, se van técnicamente venciendo”.
Sin embargo, “en Argentina, para que ese piloto pueda volver a volar tiene que volar con un instructor y, en este caso, si la restricción se mantiene, los instructores también entraríamos en el mismo vencimiento, lo cual sería catastrófico porque para volver a validar y volar nuevamente, necesitaríamos volar junto a inspectores de la ANAC y la institución no cuenta con la cantidad de inspectores para rehabilitar a todos los pilotos e instructores vencidos”; sostuvo Herlein.
Motivo por los cuales: “Presentamos un programa de bio-seguridad, muy acotado y asesorado por médicos; no es algo que lo realizamos técnicamente nosotros solos”. Con el programa “podríamos volver a mantener a nuestros pilotos e instructores entrenados y a nuestros aviones aeronavegables con todas las condiciones técnicas para estar a disposición si se requiriera algún servicio”.
Herlein resumió que “de continuar con este silencio y negativa al poder volar, a poder mantenernos entrenados; lo más graves es que nuestros aviones como las tripulaciones van a estar vencidos, con lo cual, de requerirse alguna participación ante algún requerimiento gubernamental o privado en base a la pandemia; nosotros vamos a perder una gran masa crítica de disponibilidad debido que, en el mes de mayo el 40% o 50% de la reserva operativa se pierden cerca de 300 pilotos y 200 aviones. Son muchos”.
“Paulatinamente, podríamos perder esta disponibilidad ya que, los pilotos se vencen porque no pueden volar ni realizar el entrenamiento mínimo requerido para poder mantenerse en vuelo. Ahora corremos la segunda etapa de este problema porque se podrían vencer, en un corto tiempo, los instructores que son quienes recertifican a los pilotos”.
Por otro lado, como referente del Aeroclub Río Grande: “me he conectado con autoridades del municipio, con los de provincia de distintas áreas y hemos puesto a disposición bajo una carta y alguna reseña técnica, nuestro potencial a disposición como en casos anteriores. También hemos compartido nuestro protocolo de bio-seguridad para asegurar la operación”.
“Esperamos y creemos que nos van a tener en cuenta ante posibles pedidos humanitarios. Estamos en contacto con autoridades, por el momento no hemos sido convocados directamente desde la pandemia”; destacó el presidente del Aeroclub.
Asimismo, aclaró que “si tenemos consultas por parte del sector privado y de personas que quieren regresar a su casa. Esta complicado el traslado. Estamos preocupados y ocupados en el tema, tratamos de evaluar día a día como podemos colaborar; y no perder esta herramienta que, creemos, a nivel nacional es histórico contar con todos estos pilotos y aviones sin ningún tipo de fin de lucro, sin costo para cualquier requerimiento”.
“En algunos lugares del país ya se utilizan algunos aviones de los clubes, pero necesitamos que esto se reglamente y que se puedan autorizar nuestras operaciones con los protocolos que corresponden”.
Aeroclub Río Grande
Se le consultó por la situación particular de esta institución: “Es compleja, como la de todos los clubes, nosotros tenemos un vínculo directo con nuestros socios y la actividad que ellos generen para solventar nuestros costos fijos”.
Al mismo tiempo, remarcó: “Con la Comisión Directiva estamos haciendo un trabajo muy importante para intentar controlar y bajar algunos costos para mantener el club en las condiciones que hemos llegado a tener al día de hoy: Tenemos costos fijos que asumir como los aviones, los cuales se vencen por tiempo y por el uso; por ejemplo”.
“Estamos haciendo un trabajo fino, estamos mejor que otros aeroclubes del país; pero nosotros podemos mantenernos como hasta ahora sin problema graves, estamos haciendo frente a todos nuestros vencimientos sin problema hasta ahora; pero siempre estamos expectantes de conocer decisiones a corto plazo que nos permitan volver, aun que sea, a la actividad básica: Humanitaria y educativa”.
Herlein indicó que “no podemos perder los aviones por falta de entrenamiento o mantenimiento como también tenemos algunas limitaciones con el mantenimiento porque los talleres se tienen que trasladar hasta nuestra ciudad y es lo que aclaramos en la carta”. En la misma, “hay números y la cantidad de personas que, directa e indirectamente, están relacionadas con la aviación civil en Argentina. Toda esa masa crítica la brindamos a disposición para encontrar como colaborar y reactivarnos lo antes posible”.
Carta al Gobierno Nacional
La situación de extrema crisis que afecta a los sectores representados, cuyos daños se extienden al aspecto económico, lesiona y deteriora los niveles de seguridad operacional alcanzados de forma pretérita a la declaración de la pandemia y el aislamiento preventivo y obligatorio decretado mediante Decreto 297/2020 y concordantes.
En este orden de ideas se le remitió a UD en fecha 10 de abril de 2020 nota titulada «Carta Abierta al Presidente de la Nación, Alberto Fernández», en la que se le solicitó contemplar a la actividad de vuelo de la aviación general y de la instrucción de vuelo como actividades esenciales mientras continua vigente el aislamiento social.
Las medidas de aislamiento preventivo han sido prorrogadas y el plazo es hasta el día 10 de mayo, de acuerdo a la información que resulta de público conocimiento, el periodo de aislamiento social podría ser extendido nuevamente entrando en una nueva fase.
La Aviación resulta vital para el desarrollo de un país. En Argentina, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional; la actividad aporta USD 9.600 millones a la economía y genera 300.000 empleos.
Los pilotos que nutren la Aviación Civil Argentina, hoy comandantes o co-pilotos en los aviones de las líneas aéreas; se forman en Aeroclubes y Escuelas de vuelo, desarrollan su actividad en ellos y en la aviación general, luego de muchos años de instrucción y esfuerzo económico y humano pueden aspirar al transporte aéreo comercial.
Una formación que requiere el cumplimiento de estrictos estándares de seguridad operacional que deben mantenerse en el tiempo exigidos por convenios internacionales en los que Argentina es parte -Convenio de Chicago de 1944 y sus Anexos técnicos, más precisamente el anexo 19-.
Para desarrollar la actividad, los pilotos deben contar con aeronaves habilitadas y en condiciones de aeronavegabilidad óptimas para poder volar, lo cual requiere esfuerzo económico y estricto cumplimiento de los tiempos de mantenimiento para evitar los vencimientos mandatorios en las aeronaves. Por tanto, no solo la penalidad de no poder utilizarla, sino el incremento notorio en los costos para lograr que la aeronave vuelva al servicio y el tiempo que demora los trabajos de mantenimiento que deben hacérsele a las mismas.
Los Aeroclubes son entidades sin fines de lucro extendidos a lo largo y ancho del país, en número que asciende a más de 220 y que han formado a los pilotos argentinos desde los primeros tiempos de la aviación en nuestro país, más precisamente el 13 de enero de 1908 con la creación del Aeroclub Argentino.
Son entidades que viven de sus magros ingresos por la instrucción aeronáutica que brindan, con serias y gravísimas dificultades económicas es lo único que les permite subsistir. Las escuelas de vuelo son pequeñas empresas que brindan instrucción aeronáutica, brindan trabajo a instructores y sobreviven por los ingresos que obtienen de la misma. La aviación general, cada vez en número más reducido, posee aeronaves de igual data, su desarrollo genera 4 empleos adicionales en sectores afines.
Por último, destacamos que en fecha 14 de abril se les remitió nota a todas las gobernaciones de cada una de las provincias de la República Argentina sin respuesta alguna al momento. Por todo lo expuesto, nos vemos obligados a solicitarle que se exceptúe del aislamiento social preventivo y obligatorio a la Aviación General, la actividad de vuelo de los Aeroclubes, Escuelas de Vuelo certificadas -Centros de Instrucción de Aeronáutica Civil- y talleres Aeronáuticos de reparación, considerando a tales actividades como esenciales. Las mismas deben cumplir con los protocolos sanitarios de rigor. La aviación civil debe volver a operar y los talleres a trabajar, de lo contrario el daño en fuentes laborales e instituciones aeroclubes será irreversible. Lesionar la seguridad operacional también pone en riesgo vidas.