El Ministro de Economía provincial detalló los desafíos de proyectar las cuentas públicas sin tener pautas macroeconómicas nacionales, destacando el trabajo técnico y los esfuerzos por eficientizar el Estado.
En una extensa entrevista por FM Master’s, el ministro de Economía de Tierra del Fuego, Francisco Devita, explicó en profundidad los desafíos inherentes a la formulación del presupuesto provincial para el próximo año, un proceso que calificó como “una estimación” sujeta a los vaivenes de la política económica nacional.
Devita fundamentó la necesidad de una reforma constitucional que modifique la fecha de presentación del proyecto, actualmente fijada para el 31 de agosto, ya que se realiza sin conocer las pautas macroeconómicas definitivas del gobierno nacional. “Todo el equipo de presupuesto de todos los poderes trabaja en función de premisas que definimos nosotros, con expectativas de mercado que luego pueden desactualizarse”, argumentó.
El ministro reveló las proyecciones manejadas por su cartera, como una inflación anual del 12,68% y un tipo de cambio de $1.512 para diciembre de 2026, aunque admitió que nuevas expectativas del mercado ya sitúan la inflación en torno al 16,50%, lo que evidencia la volatilidad del escenario. “Es una estimación que trabajamos con mucho esfuerzo”, señaló, agradeciendo el trabajo de su equipo, en especial el de la directora general de Presupuesto. Destacó que el presupuesto no solo traza la directriz de la gestión, sino que además ofrece un contexto claro para el sector privado.
Respecto a la ejecución, Devita enfatizó la búsqueda de eficiencia en un contexto de recursos limitados. Señaló que el mayor gasto ejecutivo se concentra en los salarios, lo que limita las posibilidades de expansión. “Intentamos asegurar con el presupuesto que no hay posibilidad de que ingresen más empleados de planta permanente; tiene que eficientizarse el recurso del personal que tenés”, explicó. En este sentido, detalló que el proyecto incluye un artículo que restringe nuevas incorporaciones solo al Ministerio de Salud, de existir vacantes a fines de 2025.
Uno de los subsidios más onerosos, el del gas envasado, fue otro punto central. Devita confirmó que la provincia solventa el 87% de su costo, con un desembolso mensual que ronda los $4.500 millones, sumado al transporte. Anunció un plan para transformar este subsidio en uno monetario directo a las familias, sin intermediarios, para que decidan cómo calefaccionarse. “Ese siempre fue mi norte a seguir porque creo que es lo mejor: que la familia decida con quién y no imponer una determinada empresa”, sostuvo.
Para el financiamiento, el proyecto de presupuesto solicita la aprobación de un programa de letras por $30.000 millones para gastos corrientes y un empréstito por el mismo monto destinado exclusivamente a obra pública.
Devita especificó que los fondos del empréstito están asignados a obras detalladas en el articulado, como la ampliación del Hospital Regional de Ushuaia y la refuncionalización del de Río Grande, así como a redes de agua, cloaca y gas. “Por primera vez no se baja financiamiento para obra pública; en ningún gobierno democrático sucedió esto. Necesariamente hay que buscar el financiamiento”, concluyó el Ministro.