El ingreso de la droga se habría producido vía el aeropuerto de Ushuaia donde un pasajero fue requisado pero hubo desinteligencias operativas entre la Justicia Federal y la Gendarmería, que impidieron un resultado positivo. Finalmente se localizó a una joven en un comercio de la ciudad, portando la droga, y allanándose la habitación que ocupaba en un hostel.
El procedimiento fue el fruto de tareas de inteligencia de Gendarmería y Prefectura en la capital provincial, los que aguardaban por un pasajero masculino el pasado miércoles.
Allí al contrario de lo que permanentemente es la excusa del juzgado federal, el entorpecimiento de la labor informativa de los medios; fue la propia impericia y desinteligencias operativas entre el Juzgado y la Gendarmería lo que demoró la requisa del pasajero.
Fue llamativo que el hombre llevaba colocado tres calzoncillos, pero la requisa no arrojó resultado alguno al palpado, sin que se utilizara un scanner para un exámen de mayor profundidad.
Los seguimientos continuaron y finalmente terminaron con resultados positivos en horas de la tarde cuando finalmente se logró detener a una joven de 21 años, identificada como Anabela Cristina Alvarado Vargas, portando casi medio kilo de cocaína, que sería producto de esa maniobra de tráfico mediante el uso de “mulas”.
La joven fue demorada y extraída de una pizzería de calle Rubinos a la que había ingresado como aparente cliente, sin ser vinculado al hecho el local comercial.
Asimismo se tomaron medidas judiciales en la hostería «Chalp», en la habitación que ocupaba esta joven.
