El Gobierno busca acercar posiciones con los bloques aliados y dialoguistas, mientras enfrenta roces con la presidenta del Senado, en un contexto de negociaciones clave para el Ejecutivo y la Corte Suprema.
El Gobierno nacional inició un proceso de diálogo con distintos bloques políticos de cara al período de sesiones extraordinarias que se extenderá hasta el 21 de febrero. La convocatoria oficializada mediante el Decreto 23/2025 tiene como objetivo debatir una serie de proyectos prioritarios para el Ejecutivo, entre los que destaca el proyecto de Ficha Limpia, firmado por el presidente Javier Milei antes de su viaje a Estados Unidos.
En este contexto, se programó un encuentro para este martes a las 15 en la Casa Rosada, donde funcionarios del Ejecutivo recibirán a representantes de los bloques aliados y dialoguistas. Encabezado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y su vicejefe, José Rolandi, el cónclave contará con la participación de figuras clave del PRO y la UCR, como Cristian Ritondo y Rodrigo de Loredo.
Sin embargo, algunas ausencias se han anticipado, entre ellas la de Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal), quien considera que el Congreso es el ámbito adecuado para este tipo de discusiones, y Oscar Zago (MID), quien también se excusó.
El panorama legislativo no está exento de tensiones. A pesar del respaldo esperado de los bloques del PRO, la UCR y la Coalición Cívica al proyecto de Ficha Limpia, persiste el malestar en Diputados por la exclusión del Presupuesto del temario.
En paralelo, la relación entre el Ejecutivo y la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, atraviesa un período de fricción. Según fuentes cercanas a la vicepresidenta, hasta el momento no ha habido contactos formales para coordinar estrategias legislativas, lo que resalta la falta de sincronización entre ambas partes.
La agenda del Senado incluye temas de alta relevancia como los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para integrar la Corte Suprema y el proyecto de «ley antimafias». Sin embargo, la falta de diálogo con Villarruel ha generado incertidumbre sobre el tratamiento de estos asuntos.
Esta situación se suma a un episodio reciente en el que el vocero presidencial, Manuel Adorni, publicó un mensaje en redes sociales aclarando que la vicepresidenta fue “debidamente notificada” de sus responsabilidades, en referencia a una polémica sesión en la que se desplazó al senador Edgardo Kueider.
En paralelo, el Ejecutivo ha optado por avanzar en las negociaciones con otros actores del Senado, como el jefe de bloque de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, Carlos Espínola (Unidad Federal), y representantes del PRO, como Luis Juez y Martín Goerling.
Sin embargo, el escenario en torno a la futura conformación de la Corte Suprema se perfila como ajustado, lo que podría complicar la aprobación de los pliegos propuestos.
No se descarta que la próxima semana se lleve a cabo un nuevo encuentro, esta vez con la participación directa de los senadores. Este gesto buscaría mitigar las tensiones y avanzar en las negociaciones pendientes.
Además, se avecina una nueva instancia crítica el próximo 24 de febrero, cuando deberán renovarse las autoridades de las secretarías Administrativa y Parlamentaria del Senado, un tema que genera preocupación en el entorno de Villarruel ante la posibilidad de que el Ejecutivo impulse cambios.
Con este panorama, el oficialismo enfrenta semanas de intenso trabajo, en un delicado equilibrio entre sus esfuerzos por alcanzar consensos y las tensiones inherentes a la dinámica política.