Con la primavera y el verano, por más frío que haga en nuestra provincia, también hay que usar protección, para cuidar el capital solar con el que nacemos todos, pero se pierde con el tiempo.
Todos los humanos nacemos con capital solar, que es la capacidad de nuestra piel de protegerse del sol, pero, como cualquier capital, se va debilitando. También depende de la genética, ya que no todas las pieles son iguales.
Las personas rubias o con una piel muy blanca, poseen poco capital solar, usualmente se ponen rojos con el sol y son más proclives a quemarse, mientras que las pieles más oscuras tienen más capital solar y no se queman de la misma manera.
El 80% de nuestro capital solar se consume en la infancia, por eso es importante prolongar el capital solar cuidando la piel, ya que se pueden tener problemas de adulto, como cáncer de piel o arrugas tempranas.
En Tierra del Fuego, si bien el sol es muy fuerte, también desorienta porque hace frío. Mientras que en el norte, cuando hace calor, la piel está expuesta y sentimos la sensación de que la piel quema. Por lo tanto, se suele haber muchas quemaduras solares.
En el caso de los más chicos, pueden herirse la piel, por lo que recomiendan no exponer nunca al sol a los menores de un año. Es más, en los horarios de máxima exposición solar (entre las 12 y las 16 hs) se recomienda que no estén al aire libre.
Los nenes y nenas de más de 6 meses pueden usar protectores solares de 35 o más. Y deben indicar que son “para bebés, para niños o de uso familiar,” ya que no tienen aditivos hormonales, muchos tienen estrógeno y no les hace bien.
El protector solar hay que colocarlo 20 minutos antes de la exposición solar, y volver a aplicarlo sobre la piel cada dos o tres horas.
Los más chiquitos, que tienen poco pelo, deben usar gorro, porque se pueden quemar el cuero cabelludo. Para los lugares donde hace calor, se puede utilizar ropa térmica que tiene protección solar, ya que saca la sensación de calor.
En los lugares con nieve, que también refleja las radiaciones ultravioleta, siempre hay que usar protección solar. Además de recomienda el uso de anteojos oscuros con protección uv, que se pueden adquirir en las ópticas sin necesidad de consultar a un oftalmólogo.