El Gobierno firmó la cesión ad referendum, pero no remitió el convenio a la Legislatura ni publicó los informes técnicos y ambientales. Especialistas advierten que no hay datos clave sobre reservas, pasivos, inversiones ni viabilidad operativa, y que la Provincia podría convalidar a ciegas un contrato estratégico.
Un convenio que nadie conoce
El proceso de traspaso de áreas de YPF a Terra Ignis avanza en Tierra del Fuego con una marcada falta de información oficial. El Gobernador firmó el decreto que avala la cesión ad referendum de la Legislatura, pero el convenio entre YPF y la empresa estatal no fue remitido a los legisladores. Solo se envió el proyecto de cesión provincial, sin anexos ni detalles contractuales.
La ausencia de documentación impide evaluar obligaciones, condiciones económicas, responsabilidades operativas y eventuales pasivos. “No sabemos qué pasa con el capital, los equipos ni las responsabilidades de cada parte; todo eso está en un acuerdo que no conocemos”, señaló el economista Federico Rayes (ECOTONO) en FM Master’s.
Sin informes técnicos ni ambientales del Estado
Otro punto crítico es que la Secretaría de Ambiente no realizó los estudios de impacto que la normativa exige. En su lugar, el Gobierno contrató una “auditoría” a una fundación vinculada al exsubsecretario de Ambiente de Alberto Fernández. Según fuentes consultadas, los representantes estuvieron solo dos días en la provincia, pidieron documentos oficiales y aún no se conoce el informe final.
En paralelo, tampoco se publicó un dictamen técnico de la Secretaría de Hidrocarburos. Legisladores, especialistas y ciudadanía no cuentan con información mínima para analizar la viabilidad del proyecto. La premisa se repite: no se puede evaluar lo que no se conoce.
Reservas desconocidas y un escenario operativo complejo
El ingeniero Oscar Suárez advirtió que los yacimientos involucrados son maduros, convencionales y con declinación, lo que demanda inversiones elevadas para sostener la producción. “Un pulling puede costar dos millones de dólares. ¿Quién lo va a hacer?”, cuestionó.
Pero el dato más crítico es que no se informaron reservas probadas, probables ni posibles. “En una petrolera lo que vale son las reservas, y acá no las conocemos”, afirmó. También alertó sobre el cuadro operativo: boyas sin funcionar, producción mínima y la eventual salida de Roch, una de las empresas que más invirtió en TDF.
Un esquema económico débil y sin beneficios para la Provincia
Rayes reiteró que Terra Ignis no pagaría cánones, ni bonos de prórroga, ni impuestos: tendría únicamente la obligación de abonar regalías del 12%. Además, su estructura legal no la obliga a transferir utilidades al Estado. En prórrogas anteriores, las inversiones superaban los 560 millones de dólares; en este caso, solo habría 20 millones de inversión real en diez años.
Una decisión estratégica sin información pública
Con regalías deprimidas, caída del 30% en gas y 40% en petróleo, y la salida de YPF, la Provincia enfrenta un escenario delicado. Sin convenio publicado, sin informes técnicos y sin estudios ambientales oficiales, la Legislatura debe decidir a ciegas sobre una cesión clave para el futuro energético y fiscal de Tierra del Fuego.
