Los precios de los combustibles experimentaron un aumento sin precedentes después de la reciente devaluación del peso y los cambios en el Gobierno. Las petroleras incrementaron entre el 35% y el 40%, un 65% en menos de una semana y un acumulando anual del 232%.
La devaluación, aplicada por el Gobierno nacional, desencadenó una serie de ajustes en los precios de los combustibles, que ahora oscilan entre un 35% y un 40% en promedio en todo el país. Estos aumentos, que variaron según la región, se sumaron a un alza previa de entre el 15% y el 30% apenas unos días antes de la asunción del presidente Javier Milei. En términos anuales, esto representa un asombroso incremento del 232%.
El litro de nafta súper, que ahora se acerca a los $600, equivalente a aproximadamente US$0,75 al nuevo tipo de cambio oficial de $800, experimentó una suba significativa. Este aumento, aunque considerable, se considera inferior al traslado esperado por la devaluación, que se estima entre el 70% y el 80%. La subida afecta a las estaciones de servicio de las principales petroleras como YPF, Shell, Axion y Puma Energy, que completarán la implementación de estos ajustes en las próximas horas.
En la Ciudad de Buenos Aires, algunos establecimientos aumentaron hasta un 45%, con precios notables como la nafta súper a $617 (US$0,75), nafta premium a $750 (US$0,94), gasoil súper a $695 (US$0,87) y gasoil premium a $791 (US$0,99). Estos valores, fijados según el tipo de cambio oficial de $800, que sufrió un aumento del 120% recientemente, reflejan el impacto directo en los bolsillos de los consumidores.
El anuncio del aumento de precios se realizó durante el almuerzo anual del Club del Petróleo y del Gas, donde también se dio la bienvenida al nuevo presidente y CEO de YPF, Horacio Marín. Estos ajustes se presentan como una respuesta a la necesidad de las empresas de trasladar la devaluación a los precios, aunque se espera que el sendero de incrementos sea gestionado de manera escalonada en los próximos meses.
La medida ha generado preocupaciones entre los consumidores y analistas, ya que se espera que tenga impactos directos en la inflación. Después de la reciente devaluación, el nuevo Gobierno, encabezado por el presidente Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, busca implementar medidas económicas que incluyen ajustes en las tarifas de gas y electricidad como parte de un plan de ajuste fiscal para reducir los subsidios en un 0,7% del PBI en 2024.
Aunque el sector energético espera una mayor libertad en la fijación de precios con la nueva administración, se prevé que haya aumentos escalonados para evitar un impacto brusco en la economía. La continuidad y la eficacia de estas medidas serán esenciales para estabilizar la situación económica y contener la inflación en los próximos meses.