En la segunda entrega de «Descubriendo la 19.640», Mariano Viaña -uno de sus creadores- cuenta cómo la ley fue diseñada con los propósitos de estimular la economía fueguina y fortalecer la presencia nacional en el sur de Argentina.
En charla exclusiva con Fundación FINNOVA el contador y exministro de Economía de Tierra del Fuego, Mariano Viaña, nos cuenta más detalles sobre los orígenes de esta ley fundamental para la provincia. Segunda entrega de «Descubriendo la 19.640».
Luego de la sanción de la ley 19.640 en 1972, Mariano cuenta que la llegada de las primeras industrias a Tierra del Fuego fue un proceso, no se dio de un día para el otro. “A través de la ley se estableció un régimen especial fiscal aduanero para Tierra del Fuego con el fin de fomentar la actividad económica y de esa manera asegurar la presencia de argentinos y consolidar la soberanía en el último confín de la tierra”, relata Viaña.
Los primeros años después de 1972 el foco continuó siendo el crecimiento del comercio. “Al principio la actividad fundamentalmente se desarrolló en lo comercial, que el primer sector del régimen beneficiado con la introducción de productos importados y nacionales. Esto además permitió el equipamiento de muchas actividades”.
“Después en Ushuaia se instaló una fábrica de televisores instalada en el centro del entonces pueblo, en una propiedad de la familia Bronzovich sobre Piedrabuena y San Martin, y una textil”.
En Río Grande “se instaló ATMA que hizo de todo porque para entrar con los porcentajes debían tener una parte que podía ser importada, una parte que podía ser nacional y otra de Tierra del Fuego, entonces había muchas cosas que se podían hacer, eso fomentó mucho la actividad y sobre mucho trabajo personal, eso fue comenzando a ocupar a la gente, se empezó con una importante masa de gente, había un movimiento muy importante y empezó a crecer la población de una manera significativa”.
“También llegó una fábrica de relojes llamada Ifresa. Se instalaron las fábricas textiles que venían con experiencia en el sur, en la zona de Trelew. La primera fue Hilandería Río Grande y después Textil Oeste”.
“En cuanto a las fábricas electrónicas, Hitachi fue la primera, había una que se quemó que fue Kenia, Talent hizo los gabinetes de madera, pero después también se les quemó la fábrica. Para ese entonces si la industria electrónica que había en Buenos Aires desaparecía sino buscaba un refugio en algún lugar y lo encontraron en Tierra del Fuego”.
“El auge de las industrias electrónicas fue después de 1980 porque había crecido el consumo. En esa época llegó el grupo Aurora con Aurora Grundig y fue una de las primeras empresas que hizo planes de ahorro en televisores y artículos de línea blanca y artículos para el hogar que se fabricaban en Tierra del Fuego”.
También Viaña cuenta que la ley tuvo momentos difíciles, como cuando llegó a la provincia el Fiscal del gobierno nacional Luciano Molina. “Recorrimos Tierra del Fuego, y vimos galpones que eran estructuras de hierro vacías. Se importaban repuestos de helicópteros y hasta de submarinos, pero el tema en esa época eran los reembolsos que reintegraba Nación. Si se importaba un grupo electrógeno, te daban el 45% del valor, entonces muchos tomaron eso como una base de un negocio, una típica avivada que fue un escollo difícil de levantar”.
Mariano, promotor y eje del surgimiento de la 19640 recuerda que, de aquellos años, “el peor momento fue con la caída de la vieja Ley de la zona franca. Fue muy difícil, dialogar con Nación, hacer entender lo que significaba para la provincia. Había muchas cosas en juego, había mucho egoísmo”.
“Una figura fundamental que tenemos que recordar, reivindicar y homenajear es la del gobernador Gregorio Lloret. Él fue único, quizás no se le ha dado el merecido reconocimiento, pero gran parte de todo lo que hoy estamos viviendo es gracias a él y al trabajo y esfuerzo de la Armada Argentina, que trabajó y luchó por el lugar que nuestra provincia tiene”.