Por E. Machiavello.- Desde las 12 del mediodía empezaron a salir a la calle diferentes organizaciones civiles. Cerca de las plazas más populares se apostan los cientos de ciudadanos, que todas las tardes, desde el viernes superan los miles. La manifestación de hoy demuestra que los anuncios del gobierno no han sido suficientes.
Rafael Venegas, periodista de Radio Bio Bio de Chile, subrayó que las manifestaciones han sido pacíficas, a pesar de algunos infiltrados que han generado los disturbios.
“Los estudiantes secundarios y universitarios comenzaron a no pagar el boleto de subte, lo que desencadenó la revuelta popular. A esto se suman los bajos salarios mínimos”, dijo Venegas por fm Del Pueblo.
El periodista hizo referencia a la consigna que hace crujir las calles desde el viernes: “evade”. Así dicen los carteles que llevan pegados en los manubrios de sus bicicletas los habitantes de los barrios altos. Es una palabra clave que también se pinta sobre las paredes y en lo que queda de los vidrios de las paradas de los colectivos. Fue lo que empezaron a hacer hace más de una semana les estudiantes de escuelas secundarias, evadir el aumento del metro saltando por encima de los molinetes. Una acción directa que detonó este “¡Chile despertó!” que no deja de corearse.
Anoche, el presidente Sebastián Piñera, anunció una serie de medida que incluyen un aumento de las pensiones y del aporte estatal al fondo previsional; la creación de un seguro para enfermos que no pueden pagar su tratamiento y una reducción en el precio de los medicamentos; la creación de un ingreso mínimo garantizado; la anulación de los aumentos de tarifas eléctricas, la creación de un impuesto a la riqueza, una reducción en el salario de los congresistas, la creación de una Defensoría de Víctimas, una mejora en la distribución de ingresos entre municipios pobres y ricos, y un plan de reconstrucción para la infraestructura dañada por la protesta.
“Lo que hace el gobierno es mantener el modelo existente, pero con pequeños ajustes, con un salario mínimo de 413 dólares, con descuentos posteriores para salud y pensiones, por lo que en la práctica el salario es menor. Con lo anunciado ayer por el presidente, se elevaría a mas de 481 dólares, por lo tanto el descuento sería mayor, además de ser subsidiado por el estado. Pero si se compara con los ingresos mayores del país, sigue siendo muy bajo. En el mediano plazo no habría un cambio sustancial. Se mantienen la brecha salarial y eso es lo que más provoca a la gente”, afirmó Venegas.
Lo que en otros países de Latinoamérica es asumido por el estado, como la salud o la educación, en Chile se paga. La mayoría de la población se atiende en los hospitales públicos, que hoy tienen deficiencias, un porcentaje menor de la población se atiende en la salud privada, donde se paga un seguro y se tiene acceso a otro tipo de servicio. Esto genera parte de la indignación, ya que la salud pública está en crisis y la salud privada no cubre a los agonizantes.
En cuanto a las críticas expresadas por la gente a los medios de comunicación, apuntan a un balance policial que no entra en detalles del por qué se produce la situación.
Además, el llamado “desorden” se estaría fomentando por la presencia militar en la calle, que para muchos significa la presencia de “abusos” con el recuerdo de lo ocurrido durante el golpe de estado de 1973.
La revuelta chilena se siente más fuerte en las redes sociales, lejos de la censura de los grandes medios de comunicación. Desde el viernes que están circulando fotos y videos indigeribles, que reflejan con crudeza el brutal accionar de los carabineros.
También circulan audios como por ejemplo el de Patricia, de profesión psicóloga, de 40 años, habitante de Santiago.
“Estamos con cerco comunicacional, y los desmanes los están cometiendo los militares, los carabineros están entrando a las casas a saquear”, dice Patricia en el audio.
La descripción, desesperada y conmovedora, va aumentando en imágenes tácitas de lo que está sucediendo desde el viernes, cuando comenzó todo: “Tengo una hija de 18 años, que no le puedo prohibir que se manifieste, pero me da terror. Están buscando a los jóvenes y adultos, los militares meten a la gente en los camiones y hemos visto como botan a los cuerpos, los tiran en los incendios para borrar cualquier rastro”.
“Las chicas detenidas han sido desnudadas, tocadas, a varias les han metido la culata de los fusiles en la vagina, les dijeron que las van a violar y las van a matar, muchas no han regresado a sus casas”, dice Patricia para quien quiera oír.
Por estas horas, otra gran manifestación comienza en la plaza Italia, el punto neurálgico de las protestas en el vecino país, donde se exige la renuncia del presidente. Las cartas están están sobre la mesa. Los muertos, también.
