El economista y titular de la consultora Ecotono explicó cómo las variables macroeconómicas y la incertidumbre política tensionan el manejo del tipo de cambio y las tasas de interés, en un contexto de proximidad de elecciones.
En su columna semanal en FM Master’s, realizó un exhaustivo análisis de la coyuntura económica, marcada por la proximidad de las elecciones y la volatilidad como el dólar y las tasas de interés. Con un tono didáctico, Rayes desglosó los incentivos políticos, los mecanismos de mercado y los desafíos heredados que definen el escenario preelectoral.
En contraste con esa herencia, Rayes señaló que la actual administración está buscando un camino diferente, aunque con el mismo objetivo final de estabilidad. Destacó como un logro fundamental la drástica reducción de la inflación: “Se inició con una inflación con números mensuales del 25% y hoy estamos por debajo del 2%. Es una gran victoria del gobierno y eso también le da de la mano la victoria de poder dar cuenta de que fue bajando la pobreza en la República Argentina y que se sacaron más de 10 millones de la pobreza. Es un dato, es una certeza”.
No obstante, el economista se adentró en las tensiones actuales, centrándose en el movimiento del dólar. Atribuyó la reciente presión cambiaria a un cóctel de factores: el fin de la liquidación extraordinaria de divisas del agro –que se adelantó por una baja temporaria de retenciones–, el nerviosismo propio del contexto electoral y algunos “errores no forzados” del gobierno. “Nos acercamos a las elecciones y empieza todo el contexto político y en el contexto político los tenedores de pesos y el mundo en general, los actores de la economía en general, buscan cobertura por si acaso. ¿Cómo me cubro? En una moneda dura. ¿Cuál es la moneda dura que conozco? El dólar”, afirmó. Subrayó que este comportamiento es particularmente imperativo para los grandes actores institucionales: “Un inversor institucional, un gran banco, la filial de un banco internacional en la República Argentina, no puede jugar con eso, tiene que ir a lo seguro”.
Frente a esta fuga hacia el dólar, Rayes explicó que la respuesta del gobierno ha sido “evitar un disloque, un desajuste, una explosión en el mercado cambiario” ofreciendo tasas de interés más altas para hacer atractivo mantener los pesos.
Remarcó que esta situación no es sostenible en el tiempo y que la apuesta oficial es que sea una medida coyuntural para transitar el período electoral. “La apuesta del gobierno es mantenerlo durante el periodo de elección y después, si la confianza vuelve en el sistema, vuelve en el gobierno”, proyectó.
Finalmente, Rayes contextualizó el problema de fondo: la enorme cantidad de pesos en la economía, una “herencia de una política monetaria inescrupulosa” de gestiones pasadas. Criticó las soluciones históricas de licuación o confiscación, y explicó que la estrategia actual ha sido contener esa masa monetaria con instrumentos de política, esperando que el crecimiento económico la absorbiera. Sin embargo, admitió que el reciente estancamiento de la actividad complica este plan.