En la jornada de ayer un grupo de padres, estudiantes sordos y con hipoacusia y docentes se hicieron presentes en el Ministerio de Educación en Río Grande para reclamar por horas que se dieron de baja para intérpretes y docentes del CENS 28. Desde el Ministerio argumentaron que no sabían para qué eran las horas.
Una de las docentes que acompañó el pedido dijo que “estuvieron los alumnos, el director y los docentes, se explicó de que se trataba el proyecto que desde hace años se viene trabajando. Se desconocía para que eran las horas cátedra y por eso las dieron de baja”, al tiempo que aclaro que “no estaba bien especificado para qué era esa carga horaria” y ahora realizarán una nueva presentación del proyecto que tiene la institución, más “la necesidad real de cuantas horas cátedra, cuantas cursan los alumnos y cuantas necesitan los intérpretes”.
En este marco las autoridades evaluarán el proyecto y luego de definirá cuando los chicos volverán a tener interprete en el salón, señalaron. Supuestamente la baja se dio porque “no se sabía para qué eran esas horas”, situación que debería quedar clarificada con la nueva presentación a la vez que recordaron que “en 2009, cuando había otra gestión, se luchó mucho para que se logre entender que una persona sorda necesita un intérprete en el curso, aunque sea uno. Hubo que presentar notas, todo fue muy difícil hasta que lo entendieran. Eso fue hace mucho y ahora dijimos no puede ser, no entendíamos mucho cuando se dieron de baja porque es algo de sentido común”.
La baja de las horas llegó cuando en realidad los padres entendían que “se necesitan más horas, no sacarlas”, afirmaron. Además señalaron que “en el CENS cada vez llegan más chicos sordos y acá no hay formación de intérpretes, lo importante es que los chicos sigan estudiando y que se cumpla con el derecho a la educación y a la accesibilidad”.
