Un 62% de los fueguinos evalúa negativamente la gestión del gobernador, con críticas en educación, salud y energía. El dato refleja un deterioro sostenido, según el titular de la consultora.
Luis Castelli, titular de la consultora Vox Populi, presentó datos contundentes sobre la percepción de la gestión del gobernador Gustavo Melella en Tierra del Fuego. Según la última encuesta, el 62% de los ciudadanos desaprueba su administración, un porcentaje que marca un incremento respecto a mediciones anteriores. «Sorprende la magnitud», admitió Castelli en diálogo con FM Master’s, aunque señaló que «veníamos teniendo indicadores menos graves para el gobierno».
Entre los factores que explican este resultado, el analista mencionó problemas estructurales: «Es imposible no vincular estos guarismos con las dificultades en educación, salud con la crisis de OSEF, vivienda o energía, particularmente en Ushuaia y Tolhuin».
Los números respaldan su afirmación: el 73% desaprueba la gestión educativa, el 68% rechaza las políticas energéticas y solo el 18% aprueba este último rubro. «La gente responde en función de lo cotidiano: ¿cómo va a evaluar bien la educación si los chicos tienen, con suerte, un día de clase?», cuestionó.
Respecto a la responsabilidad política, Castelli fue enfático: «La gestión educativa no la tiene el gremio, la tiene el gobierno. Quien debe asegurar los días de clase es el Estado».
Además, destacó la contradicción entre el discurso oficial y la realidad: «No hay plata, pero el gobierno incorporó 6.200 empleados en cuatro años». Sobre el tamaño del Estado, la encuesta reveló que el 74% de los fueguinos apoya reducirlo, incluso entre quienes aún avalan a Melella.
El descontento también se extiende a otros temas. Castelli mencionó que el 72% de los encuestados rechaza la reforma constitucional impulsada por el oficialismo: «Hay un ruido entre las prioridades de la población y las de la clase política».
Sobre la participación electoral, alertó sobre el creciente desinterés: «Si solo vota el 50%, se cuestiona la legitimidad de las elecciones» concluyó Luis Castelli.