Esta semana se conoció que la mutación del SARS COVID 19 ya fue detectada en la Argentina, causó preocupación en el plano local y puso en el centro de la escena a uno de los grupos de especialistas que comenzó a trabajar para desarrollar una estrategia que permita hacer monitoreo en tiempo real de la genómica, es decir al conjunto de genes que componen al virus.
Víctor Romanowski, es Investigador del CONICET y Virólogo de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata.
Romanowsli explicó por FM Masters que “los virus tienen un paquete de instrucciones que se llama genoma, que va encerrada en un envoltorio, con una proteína S, contra la cual están dirigidas todas las baterías de vacunas que se desarrollan hasta el momento”.
“Es una especie de folleto que una vez que ingresa a la célula le dice cómo hacer más virus y la célula le dice a su maquinaria como producir más virus”.
“La célula copia la información genética, y en esas copias comete algún que otro error, entonces los virus que salen de la célula o del individuo infectado no son copias exactas del virus que entró. Algunos son superfluos, otros llaman la atención”.
“En este caso se encontró un error que está instalado en la proteína S, esa modificación en la información genética hace que cuando se produce la proteína S tenga un pequeño cambio, que podría alterar su capacidad de infectar. La variante británica es la que llevó más prensa. Llevan secuenciados 200 mil genomas de virus”.
“Sacaron como conclusión en el último reporte de casos que en Inglaterra predominaba una variante distinta a la que estaba circulando y está en la proteína S. Si uno entra en contagio con una persona con Covid se contagia mucho más fácil. El año pasado ya ocurrió en Europa y no saltó tanto, pero permitió que los epidemiólogos supieran la trayectoria del virus”, concluyó Romanowski.
