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Río Grande
31 de diciembre de 2025

Falleció Esteban “Chiquito” Martínez, una vida entrelazada con la historia de Río Grande

Fue intendente en cuatro períodos, pionero de una ciudad en formación y protagonista de una historia de esfuerzo compartida junto a Rosario Díaz López. Su partida deja un legado humano y político que forma parte de la memoria colectiva fueguina.

El 30 de diciembre de 2025 falleció Esteban “Chiquito” Martínez y, con él, se fue un pedacito irremplazable de la historia de Río Grande. Su nombre quedó profundamente ligado a los años en que la ciudad se forjaba a fuerza de trabajo, compromiso y comunidad, cuando todavía era más barro que asfalto y el futuro se construía día a día.

Nacido en el frigorífico, en una época en la que Río Grande aún no contaba con hospital, Chiquito fue intendente de la ciudad en cuatro oportunidades, cuando los mandatos duraban apenas dos años. Le tocó gestionar una comunidad pequeña y austera, atravesada por el viento y las carencias, pero también por una fuerte vocación de crecimiento colectivo.

Su historia de vida estuvo inseparablemente unida a la de Rosario Díaz López, su compañera durante más de seis décadas. Rosario llegó a Río Grande desde Buenos Aires en 1964, convocada por el padre Preto para desempeñarse como maestra en el colegio Don Bosco. El vínculo entre ambos comenzó casi por casualidad: ella llegó como inquilina a la casa familiar de Chiquito y, poco tiempo después, iniciaron una vida juntos.

Los primeros años de matrimonio transcurrieron en el aserradero del Lago Fagnano, donde criaron a sus primeras hijas en condiciones duras, entre nieve, leña y frío extremo. Con el tiempo regresaron al pueblo, desarmaron su casa de madera y la reconstruyeron en Río Grande, en un terreno que les fue cedido, donde pasaron gran parte de sus vidas.

Rosario evocó en más de una oportunidad la vida en una ciudad naciente y sacrificada. Recordó sus años como docente, sus recorridos vendiendo ropa casa por casa y su permanente compromiso con el progreso local. “No quiero que esto se achique, quiero que Río Grande siga creciendo, con hospitales, escuelas, con futuro”, expresó con emoción.

Chiquito también repasó la historia familiar: el paso de su padre por la aeroposta francesa —origen de Aerolíneas Argentinas— y la muerte de su abuelo en un incendio en el frigorífico, en pleno invierno. Rosario, por su parte, habló del sacrificio de sus padres inmigrantes, llegados desde Cantabria, España, y del profundo agradecimiento a la Argentina y a esta tierra fueguina. “Argentina fue una madre para nosotros. Aquí pudimos darles estudio a nuestros hijos”, afirmó.

Con su partida, Río Grande despide no solo a un exintendente, sino a un testigo y protagonista de su propia historia. Esteban “Chiquito” Martínez deja una huella construida desde la sencillez, el trabajo y el amor por la ciudad que lo vio nacer y crecer. Su legado perdurará en la memoria colectiva fueguina.

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