La histórica cooperativa láctea SanCor atraviesa uno de los momentos más delicados de sus más de cien años de trayectoria. Con una estructura productiva reducida al mínimo, deudas millonarias, salarios atrasados y un conflicto laboral en escalada, la empresa enfrenta una crisis profunda que pone en duda su continuidad.
En los últimos meses, la cooperativa formalizó un concurso preventivo de acreedores con el objetivo de ordenar un pasivo que se arrastra desde hace años. La situación financiera se agravó por la caída sostenida en el volumen de leche procesada, la pérdida de mercados y la falta de financiamiento, lo que dejó a la empresa con una capacidad operativa muy por debajo de la que supo tener cuando era una de las principales referencias del sector lácteo argentino.
El impacto de la crisis se siente con fuerza en el plano laboral. SanCor avanzó con el envío de cientos de telegramas de despido en distintas plantas de Santa Fe y Córdoba, una decisión que generó un fuerte rechazo sindical. Los trabajadores denuncian despidos sin acuerdo previo, sueldos impagos y la ausencia de un plan claro para sostener los puestos de trabajo.
La tensión con el gremio lechero se profundizó en medio de asambleas, protestas y reclamos públicos. Desde el sector sindical advierten que la reestructuración avanza sin garantías para los empleados y reclaman mayor intervención del Estado y definiciones judiciales que permitan preservar la actividad productiva con continuidad laboral.
En paralelo, la cooperativa analiza la venta de activos y mercadería almacenada como una vía para obtener liquidez inmediata. Entre las medidas evaluadas figura la subasta de grandes volúmenes de productos lácteos, una señal del deterioro financiero y de la urgencia por cubrir compromisos básicos.
La crisis de SanCor no solo afecta a sus trabajadores, sino también a productores tamberos, proveedores y economías regionales que dependen de la cadena láctea. El incumplimiento de pagos y la reducción de la demanda golpean a un entramado productivo que ya venía resentido por el contexto económico general.
Mientras el proceso concursal avanza y se esperan definiciones clave, el futuro de SanCor sigue siendo incierto. La cooperativa que durante décadas fue símbolo del cooperativismo y la industria nacional enfrenta hoy el desafío más complejo de su historia.
