El Presidente defendió la nueva norma aprobada por el Congreso y aseguró que devolverá “la presunción de inocencia” a los contribuyentes, con el objetivo de incentivar el uso de ahorros y fortalecer la economía formal.
Javier Milei celebró la sanción de la Ley de Inocencia Fiscal y afirmó que la nueva normativa marcará un cambio profundo en la relación entre el Estado y los contribuyentes. Según explicó, el espíritu de la ley apunta a revertir lo que calificó como una práctica histórica del fisco argentino: tratar a los ciudadanos como culpables hasta que demuestren lo contrario.
En declaraciones públicas y entrevistas radiales, Milei sostuvo que, a partir de la entrada en vigencia de la norma, quienes adhieran al régimen podrán utilizar sus recursos sin los controles tradicionales sobre las variaciones patrimoniales. “Ahora usted va a poder gastar todo lo que se le dé la gana y nadie lo va a controlar”, expresó el mandatario, al ejemplificar el alcance del nuevo esquema fiscal.
La Ley de Inocencia Fiscal fue aprobada junto con otras iniciativas económicas impulsadas por el oficialismo y busca modificar los criterios de fiscalización tributaria. De acuerdo con el Gobierno, el objetivo central es devolver “la libertad y la presunción de inocencia” a los contribuyentes, al tiempo que se promueve la incorporación de ahorros que hoy se encuentran fuera del sistema formal.
Desde el Ejecutivo explican que la norma apunta a generar un marco de mayor previsibilidad y confianza, con la expectativa de que los fondos no declarados comiencen a volcarse al consumo, la inversión y el mercado de capitales. En esa línea, Milei remarcó que la medida podría contribuir a dinamizar la actividad económica y fortalecer la formalización, sin recurrir a aumentos de impuestos ni a esquemas de control que, según su visión, desalientan la iniciativa privada.
El Presidente también enmarcó la ley dentro de su proyecto más amplio de reformas estructurales. Reiteró que su objetivo es convertir a la Argentina en “el país más libre del mundo”, con políticas basadas en el respeto a la propiedad privada, la libertad individual y la vida. En ese sentido, consideró que la Ley de Inocencia Fiscal representa un “hito” en el cambio de paradigma económico que impulsa su gestión.
La iniciativa, sin embargo, genera debate entre especialistas y sectores de la oposición, que advierten sobre los riesgos de relajar los controles fiscales y su impacto en la recaudación y la equidad tributaria. Mientras tanto, el Gobierno apuesta a que el nuevo marco incentive la confianza y marque el inicio de una nueva etapa en la relación entre el Estado y los contribuyentes.
