El titular de la consultora Federico Rayes, analizó la compleja etapa económica actual, donde un frágil orden convive con transformaciones estructurales y desafíos pendientes, tanto a nivel nacional como regional.
Según afirmó en FM Master’s Rayes, la economía argentina atraviesa un momento particular. “Estamos en un ambiente de tranquilidad, la crisis de salida de las elecciones nos depositó en una primavera en varios aspectos, sobre todo desde lo político, el gobierno se pudo reconstruir y ese impacto de la política dejó de ser tan nocivo para el desarrollo de la economía”, señaló.
Sin embargo, aclaró que los problemas de fondo “siguen vigentes”. Entre ellos, mencionó el proceso de acomodar “todas las tensiones que se generaron previo a las elecciones, que se fueron acumulando desde mediados del año, desde julio hasta octubre, con varios desórdenes en lo cambiario, en lo monetario. Todavía eso está acomodándose y va a llevar varias ruedas para que eso se vaya acomodando. Por ahora va bien”.
Rayes describió un escenario de transición de modelos con impactos desiguales. “Naturalmente la economía real va por otro carril, estamos muy lejos de sentir una sensación de euforia en la calle”, admitió, al tiempo que sostuvo que “las cosas se están comenzando a ordenar, las tensiones van a seguir durante varios años, porque estamos transicionando de un modelo hacia el otro”.
Explicó que se pasa “de un modelo de economía cerrada, preponderantemente destinada al consumo, a un modelo de economía abierta donde va a haber transferencia de recursos de los sectores que estuvieron protegidos a sectores competitivos, va a haber disminución del consumo que estaba forzado en algunos casos por expansión monetaria”.
Uno de los ejes críticos mencionados es el frente externo. “Hoy se conoció una noticia muy de que se está negociando con bancos internacionales la posibilidad de tener un crédito para pagar la deuda que comienza a vencer el año que viene”, destacó, refiriéndose a vencimientos de más de USD 4.500 millones en enero. El gran desafío, según su visión, es “poder salir a colocar deuda en el mercado e iniciar los procesos de rollover para ir administrando la deuda como lo hacen todas las economías. Todavía se está cristalizando, no está clara la respuesta”.
Respecto a Tierra del Fuego, el analista advirtió sobre los riesgos en el corto plazo, particularmente por la reducción de aranceles a la importación de celulares. “Es posible que nuestra provincia sea al final de todo este proceso netamente perdedora de puestos de trabajo, es una realidad, hay que decirlo”, afirmó, recordando que hay 7.500 puestos asociados a la industria electrónica.
