Un vuelo de entrenamiento de la empresa culminó con el despiste del avión en la pista del aeropuerto de Río Grande. La aeronave, destinada a apoyar las campañas en la Antártida, resultó dañada, aunque sin provocar lesiones entre sus tres ocupantes.
Un vuelo de entrenamiento rutinario tuvo un desenlace inesperado ayer en el aeropuerto de Río Grande, Tierra del Fuego, cuando un avión Basler BT-67, propiedad del grupo Mirgor, sufrió un despiste en la pista antes del mediodía del presente diciembre.
El incidente, cuyas causas precisas aún no han sido divulgadas por las autoridades competentes, no dejó saldo de víctimas fatales ni heridos, tanto entre los tres ocupantes de la cabina como en el área exterior de la aeronave, según confirmó la empresa mediante un comunicado oficial.
La aeronave siniestrada, un modelo turbohélice reconocido por su robustez y adaptado para operaciones en condiciones extremas, había sido recientemente incorporada a la flota del grupo industrial.
Se encontraba realizando un vuelo específicamente destinado a la instrucción de pilotos, sin carga alguna a bordo, como parte de los preparativos para su próxima misión operativa.
El grupo Mirgor precisó en un comunicado que estaba previsto que este mismo aparato iniciara en la temporada próxima sus actividades logísticas de apoyo hacia el continente antártico, un área de operaciones crítica y demandante.
De acuerdo con el protocolo establecido para cualquier eventualidad de esta naturaleza en la aviación argentina, la investigación del suceso fue transferida a la Junta de Investigación de Incidentes de Aviación. Este organismo será el encargado de determinar los factores técnicos, humanos y ambientales que confluyeron en el despiste, un proceso que suele ser meticuloso y puede extenderse por varias semanas o meses.


