El alivio fiscal que reclaman las pymes, comercios y emprendedores de Tierra del Fuego no admite más demoras. Tras un año de caída del consumo y un ahogo financiero creciente, la Legislatura debate hoy un régimen de regularización que podría marcar un antes y un después para quienes necesitan ordenar deudas sin asfixiarse en el intento.
El pedido lo vienen encabezando la Cámara de Comercio de Río Grande, la Cámara Fueguina de la Madera y numerosos sectores productivos que advierten que, sin un mecanismo realista para normalizar obligaciones, muchos contribuyentes quedarán al borde del colapso. La demanda es clara: una moratoria que contemple la situación real del comerciante fueguino.
En ese contexto, el proyecto presentado por La Libertad Avanza se consolidó como la propuesta más completa y beneficiosa para quienes hoy necesitan regularizar. Ampliar el acceso, extender plazos y flexibilizar condiciones dejó de ser una discusión técnica: es la diferencia entre sostener o perder un comercio.
Un régimen más amplio y realista
La iniciativa de LLA incorpora plazos más extensos, incluyendo deudas vencidas hasta el 31 de octubre de 2025, un período crítico donde la recesión se profundizó y miles de actividades quedaron atrapadas entre ventas en caída y obligaciones acumuladas.
Ese simple punto amplía la cantidad de contribuyentes que pueden adherirse y evita dejar afuera situaciones recientes que reflejan la coyuntura económica actual.
Incluye más tipos de deudas y llega a quienes realmente la necesitan
El proyecto permite regularizar categorías que otros esquemas suelen excluir y que, en la práctica, dejan a muchos comerciantes sin la posibilidad de ponerse al día.
Al incluir retenciones, percepciones no ingresadas y obligaciones derivadas del estrés financiero del último año, el régimen se vuelve más honesto con la realidad económica: la morosidad no es evasión, es supervivencia.
Planes de pago más favorables y sostenibles
Uno de los puntos más destacados es la posibilidad de acceder a hasta 84 cuotas para pequeños contribuyentes, con tasas que no superan el 2% mensual.
Para grandes contribuyentes, se prevén hasta 48 cuotas, también con mejores condiciones que las habituales.
Esto implica más tiempo para ordenar las cuentas, menos presión mensual y un camino realista para regularizar sin profundizar el ahogo financiero.
Mayor margen para evitar la caída del plan
El régimen también prevé un esquema de caducidad más razonable, evitando que el contribuyente pierda todos los beneficios por demoras puntuales.
Con un margen mayor de cuotas impagas y plazos más amplios antes de la cancelación, el sistema refleja una lógica de acompañamiento y no de castigo.
Un mensaje político claro: apoyar a quienes sostienen la economía
El debate de hoy no es burocrático: es económico, social y profundamente político. La moratoria es una herramienta clave para sostener la actividad, preservar empleos y evitar cierres.
Y entre las alternativas sobre la mesa, el proyecto de La Libertad Avanza aparece como el más alineado con la realidad de las pymes y comercios fueguinos, ofreciendo un alivio concreto en el momento en que más se necesita.
Hoy, la Legislatura tiene en sus manos una definición que no admite ambigüedades: aprobar un régimen que le dé aire a quienes todos los días levantan la persiana y sostienen la economía provincial.
La urgencia ya fue planteada por el sector privado.
Ahora falta la decisión política.


