La Red Federal de Política Educativa expuso un diagnóstico compartido: la “programitis” —la proliferación de programas sin planificación ni prioridades— impide mejorar los aprendizajes y exige profesionalizar la gestión.
Tras la creación de una red federal
Destacan necesidad de profesionalizar la política educativa
La iniciativa reunió a líderes de las 24 jurisdicciones para fortalecer la formación y promover un federalismo más horizontal, ante el diagnóstico de un “fracaso masivo” en los aprendizajes.
Cecilia Veleda, de Argentinos por la Educación, explicó en FM Master’s que la Red Federal de Política Educativa consistió en “la constitución de un grupo de líderes de política educativa de las 24 provincias del país”.
Detalló que participaron funcionarios ministeriales, legisladores nacionales y provinciales, referentes municipales, de ONGs y periodistas, en un “programa de formación de 10 encuentros virtuales y dos jornadas presenciales, que aspira a profundizarse a partir del año que viene”.
La intención, señaló, es que la red quede en funcionamiento permanente para “pensar el federalismo de otra forma, no que siempre mire a la Nación, sino más horizontal, donde se pueda cooperar entre las provincias para que puedan aprender entre ellas y transferirse buenas prácticas”.
Un objetivo central fue poner en evidencia la necesidad de formación especializada para equipos de gestión. Veleda argumentó que “muchas veces acceden a los ministerios de educación docentes o directores de escuelas, supervisores, que conocen mucho el sistema, pero hay un salto cualitativo significativo de la escuela al ministerio”.
Enfatizó que estar a cargo de un ministerio en funciones relevantes “implica una mirada sistémica, del conjunto del sistema educativo y una serie de conocimientos que requieren una formación específica”.
Este diagnóstico partió de un estudio previo de la experta, que plasmó en su libro La cocina de la política educativa, donde a partir de entrevistas con 50 funcionarios “muestro descriptivamente las enormes falencias con las que se hace política educativa en el país: falta de planificación, designación de personal sin conocimiento necesario, falta de evaluación de las políticas, discontinuidad”.
Frente a la complejidad del sector, destacó que una de las cuestiones trabajadas fue “la importancia de la planificación y de establecer prioridades claras”. Criticó lo que denominó “programitis, es decir, la proliferación de programas diversos”, y advirtió que “cuando la política educativa se fragmenta presupuestariamente, en esfuerzos de los ministerios, de las escuelas, cuando todo es importante, nada lo es realmente”.
Según dijo, “para hacer buena política educativa hay que comenzar por asumir el dolor de priorizar, y eso implica dejar ciertas cosas por fuera. No se puede encarar todo a la vez, porque si no, vamos a seguir como venimos hasta ahora, un estancamiento muy significativo desde hace 20 años en niveles de aprendizaje muy bajos”.


