El titular de la carnicería El Príncipe de Río Grande, Alejandro Alonso, describió un año crítico para el sector cárnico en Tierra del Fuego, con una fuerte caída en la rentabilidad a pesar de mantener el volumen de ventas mediante promociones y una alta rotación de mercadería.
“El flujo está bien. Si vos me preguntás cómo está el negocio, te digo que a partir de abril se desplomó la rentabilidad”, afirmó en declaraciones a FM Master’s. Según explicó, la estrategia para sostener el movimiento se apoya en precios competitivos y ofertas constantes, con el objetivo de no romper el circuito comercial.
Uno de los principales cambios que observó Alonso es el modo de consumo. La tradicional compra masiva de carne para el asado del fin de semana prácticamente desapareció. “Se terminó el gran asado, el sábado de venir los muchachos y cargar y cargar. Hoy es mucho más acotado”, señaló.
El carnicero atribuye este nuevo patrón de compra al deterioro del poder adquisitivo. “Hasta que los sueldos no se recuperen… porque no hay inflación, creo yo, pero el combustible y los alquileres siguen aumentando. Hay muchas cosas que achican el bolsillo de la gente”, expresó.
Al comparar la situación con el año anterior, Alonso fue contundente: “El año pasado fue muy superior, en rentabilidad, en cantidad, en todo”. Como ejemplo, mencionó que el kilo de asado, que en 2023 costaba entre $20.000 y $22.000, hoy se vende en El Príncipe a $15.900, una baja de alrededor del 20%.
Con 27 años de trayectoria en el rubro, su meta es cerrar el año sin endeudarse. Aun así, mantiene expectativas moderadas para las fiestas. “La Navidad y el Año Nuevo hay que festejarlos. El que se mantenga en valores acordes al bolsillo, va a trabajar, ni lo dudo”, concluyó.


