La provincia muestra un desfasaje creciente entre ingresos y egresos, con un déficit devengado que ya superó los $63.000 millones a mitad de año. Sin datos actualizados y con pagos demorados, crece la preocupación por el futuro fiscal frente a las reformas nacionales.
La coyuntura política y económica nacional encuentra a Tierra del Fuego en una situación de extrema fragilidad, según el análisis del economista Federico Rayes, de la consultora ECOTONO, quien expuso este diagnóstico en diálogo con FM Master’s 107.3.
Rayes describió un cuadro crítico: “Nos agarra completamente desordenados, con un importante desorden fiscal, con cuentas deficitarias. Está difícil de acceder a la información y los números que hay son preocupantes, son complicados”.
Según los datos oficiales disponibles, la provincia solo publicó la ejecución presupuestaria hasta junio, y allí ya se registraba un déficit devengado de $63.000 millones en todo el sector público no financiero. “Mi previsión es que eso se incrementó, lo cual es realmente muy grave”, advirtió.
El deterioro financiero también impacta en la vida diaria:
“Esto lo sufren por un lado los asalariados del Estado, a los que se les pisan los salarios, y por otro lado todos los proveedores que no cobran porque el Gobierno frenó pagos para obtener liquidez”.
Los números confirman la presión estructural:
“La administración central tiene ingresos mensuales de entre 90 y 100 mil millones, de los cuales 55 provienen de coparticipación nacional. Pero el gasto mensual supera los 110 o 120 mil millones. Eso genera un déficit mensual que se viene acumulando”.
La falta de actualización y claridad en los datos agrava el panorama: “El portal de transparencia fiscal solo tiene cargada la ejecución hasta junio, y hoy directamente está caído. Por ley debería estar publicado el ejecutado al 30 de septiembre y no lo está. Eso debería ser informado a la Legislatura”.
El equilibrio fiscal no es una tendencia opcional, sino un estándar creciente en otras provincias:
“El sector público tiene que tener gastos equilibrados con los recursos. Hay jurisdicciones que ya se han acomodado a esa lógica. La propuesta de ser más equilibrado se ha adoptado en otros lugares, pero a nosotros nos agarra completamente desordenados”.
La preocupación no es únicamente contable. El riesgo político es mayor: quedar afuera de la mesa nacional donde se discuten las reformas fiscales que afectarán el futuro del régimen industrial fueguino.
“Quedarte afuera desde el principio de charlar esos temas puede tener un costo importante. Me parece que está la obligación de la política de Tierra del Fuego de tener un acercamiento con la Nación y dejar un poco las excusas”


