El proyecto Oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) alcanzó una etapa clave con la finalización de la última soldadura automática en línea regular del ducto que conecta la cuenca neuquina con el océano Atlántico. La obra, de 437 kilómetros de extensión y 30 pulgadas de diámetro, traza una nueva vía troncal para transportar crudo desde Allen (Río Negro) hasta la costa cercana a Sierra Grande, consolidando la salida directa de Vaca Muerta al mar.
Construido por la UTE Techint-SACDE, el VMOS movilizó a más de 1.500 trabajadores y más de 200 equipos pesados distribuidos en tres frentes operativos. El financiamiento incluyó un préstamo sindicado de USD 2.000 millones —sobre un total de USD 3.000 millones— otorgado por bancos internacionales como Citi, Deutsche Bank, Itaú, JP Morgan y Santander, bajo la modalidad project finance, el mayor en dos décadas. El proyecto también se benefició del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI)
En octubre, los equipos alcanzaron un récord histórico de 175 uniones soldadas en un solo día, con un avance superior a cuatro kilómetros. “Agradezco a las empresas y a todos sus trabajadores por hacerlo posible”, expresó Gustavo Chaab, CEO de VMOS.
La obra incluyó 76 cruces especiales sobre rutas y arroyos, y el siguiente paso será la soldadura del cruce subterráneo del Río Negro, prevista para diciembre de 2025, mediante tecnología de perforación dirigida (HDD).
En su primera fase, el ducto podrá despachar 180.000 barriles diarios de petróleo, con posibilidad de ampliarse a 550.000 barriles por día. Su puesta en marcha permitirá incrementar las exportaciones argentinas en unos USD 15.000 millones, fortaleciendo el rol de Vaca Muerta como polo exportador y a la provincia de Río Negro como nuevo nodo del comercio energético global.
El consorcio VMOS está integrado por YPF, Vista, Shell, Pan American Energy, Pampa Energía, Pluspetrol, Chevron, Tecpetrol y Gas y Petróleo de Neuquén (GyP). La obra se destacó por el uso de tecnología de soldadura automática, aplicada por un equipo mixto de 23 soldadores turcos y más de 100 argentinos, liderados por Iskender Ucmaz. Esta técnica, que mejora la precisión, seguridad y productividad, ya había sido utilizada en proyectos como el Gasoducto Perito Moreno y la Reversión del Gasoducto Norte.
Con la soldadura final completada, el VMOS avanza hacia su etapa de terminación y se consolida como una infraestructura clave para el futuro energético de la Argentina.


