A casi un año del siniestro vial ocurrido entre Río Grande y Ushuaia, donde murieron Ignacio Giordano y su hija Olivia, los familiares denunciaron públicamente que Pedro Di Bahía, acusado de conducción imprudente, volvió a manejar pese a estar imputado por doble homicidio culposo. Reclaman justicia y cuestionan la falta de inhabilitación preventiva.
El siniestro en la Ruta 3 y el origen de la causa
El trágico hecho ocurrió el 20 de octubre de 2024, sobre la Ruta Nacional N° 3, en el tramo que une Río Grande y Ushuaia, a la altura de Tolhuin. Un choque frontal entre dos vehículos terminó con la vida de Ignacio Giordano, de 37 años, y de su hija Olivia, de tan solo 7. En el mismo siniestro resultó gravemente herido Valentino, de 11 años, quien debió permanecer más de dos meses internado en terapia intensiva y continúa su proceso de rehabilitación.
Según el expediente judicial, el accidente fue provocado por una maniobra imprudente de Pedro Di Bahía, quien conducía a exceso de velocidad y habría realizado sobrepasos en zonas no permitidas. Esa acción derivó en el impacto frontal con el vehículo de la familia Giordano, con consecuencias fatales.
Un año después: dolor, indignación y denuncia pública
A casi un año del hecho, los familiares de las víctimas decidieron visibilizar su reclamo mediante las redes sociales. Difundieron imágenes donde se observa al imputado al volante de un automóvil, lo que generó profundo malestar y reavivó el debate sobre la falta de sanciones preventivas en casos de homicidios culposos.
En sus publicaciones, la familia Giordano expresó que el acusado “actuó con una irresponsabilidad que lo convirtió en un asesino” y lamentaron que, pese a la gravedad de los hechos, “siga manejando libremente y sin remordimientos”. La difusión del video tuvo amplia repercusión en Tierra del Fuego y reactivó el reclamo por justicia en la causa.
La causa judicial y la falta de inhabilitación preventiva
El expediente que involucra a Pedro Di Bahía fue elevado a juicio y se encuentra en trámite en el fuero de Río Grande. Sin embargo, fuentes judiciales confirmaron que, al no haberse comprobado agravantes como alcoholemia positiva o falta de documentación, el tribunal no dictó la inhabilitación para conducir de manera preventiva.
Esta situación genera frustración entre los familiares, que sostienen que el sistema judicial “permite que alguien imputado por causar dos muertes siga al volante sin restricciones”. En caso de una condena, la prohibición de conducir recién podría aplicarse con sentencia firme.
Fuente: Resumen Policial