El neonatólogo del hospital Garrahan Nicolás Morcillo confirmó medidas de fuerza y una conferencia de prensa para este viernes, en un clima de «tristeza y frustración» por la decisión del Ejecutivo nacional.
En un duro testimonio, el Dr. Nicolás Morcillo, neonatólogo del Hospital Garrahan, calificó el veto presidencial a la ley de emergencia de la institución como “un claro indicio de que las decisiones del Ejecutivo son en pos de desfinanciar el hospital, de desabastecer la salud pública pediátrica del país”.
En diálogo con FM Master’s, el profesional describió un escenario de “manoseo” y “destrato constante”, donde la falta de respuestas acelera una crisis que ya está provocando la pérdida de especialistas y poniendo en riesgo procedimientos de avanzada. El médico confirmó que los trabajadores realizarán un paro y una conferencia de prensa este viernes a las 12 horas para intensificar el reclamo.
“Tristes y frustrados por las decisiones”, así definió Morcillo el ánimo del cuerpo médico tras el veto del presidente Javier Milei, decidido durante la madrugada.
El profesional aseguró que no han tenido ninguna respuesta del Ministerio de Salud de la Nación, un silencio que interpreta como una política alineada con la desfinanciación. “Los únicos que estamos defendiendo al hospital somos los trabajadores”, afirmó, marcando una clara distancia con la dirección del nosocomio y el Consejo de Administración, a quienes acusó de estar “alineados con el Ministro de Salud”.
Morcillo fue contundente al describir las consecuencias: “El tiempo pasa y seguimos viendo cómo el hospital se va desabasteciendo (…) y todos estos procedimientos de avanzada que el hospital hace son los que están en riesgo de perder”.
La fuga de recursos humanos es otra de las graves preocupaciones. “Hoy cualquier oferta es mejor que trabajar acá”, sentenció el neonatólogo, detallando que colegas emigran a la industria privada o al exterior.
Alertó, además, sobre el peligroso efecto en la formación de nuevas generaciones: “Si nosotros no tenemos residencias, no tenemos médicos que vengan a formarse acá, tampoco tendremos reemplazantes cuando nos toque jubilarnos”.
Ante este panorama, el apoyo de las familias de los pacientes internados se ha vuelto crucial, aunque para Morcillo esto resulta particularmente doloroso: “Es triste pedirles apoyo a ellos también cuando seríamos nosotros los que tendríamos que estar apoyándolos a ellos por el hecho de tener un hijo o una hija enferma”.
Con la convicción de que “lo que estamos defendiendo vale la pena”, la comunidad del Garrahan se prepara para una nueva etapa de protestas.