La secretaria gremial del Sindicato de Empleados de la Justicia Provincial confirmó su alejamiento del cargo y del gremio. Criticó la falta de respuestas del Poder Judicial y afirmó que no puede avalar una gestión que no prioriza los reclamos sociales.
La secretaria gremial del Sindicato de Empleados de la Justicia Provincial confirmó su renuncia al cargo y su alejamiento de la Comisión Directiva, e incluso de la afiliación al gremio, en medio de diferencias con la conducción actual. En diálogo con FM Master’s, explicó los motivos de su decisión y reflexionó sobre los desafíos del Poder Judicial.
«Nosotros en el sindicato, por estatuto, tenemos 30 días para que la Comisión Directiva tome la decisión de si acepta o no la renuncia, como pasa prácticamente en todas las organizaciones o instituciones», señaló Pazos, aclarando que sus declaraciones eran a título personal.
Con más de 14 años de militancia en el SEJUP, destacó que su salida responde a la imposibilidad de avanzar en su proyecto sindical: «Prefiero renunciar porque no encuentro cómo viabilizar lo que yo tenía como proyecto para el sindicato, para la mejora de las condiciones laborales y el bienestar de los trabajadores judiciales».
La dirigente vinculó su decisión con la crisis institucional que atraviesa el Poder Judicial y la falta de respuestas a la sociedad: «Uno siente pudor cuando la gente, los vecinos, te cuentan las cosas que están pasando por falta de resoluciones. Para que sea justicia, tiene que ser en tiempo y forma; si no, sirve de acá a 10 años».
Criticó la lentitud en casos urgentes, como amparos de salud, y mencionó que la percepción ciudadana sobre el Poder Judicial influyó en su postura: «Hay una mirada muy alejada por parte de algunos integrantes de este poder del Estado de la realidad social que viven los vecinos».
Pazos también desmintió que su renuncia estuviera relacionada con conflictos internos específicos o con situaciones de otros gremios judiciales: «No me parece relevante para la sociedad si renuncia uno o dos de una comisión directiva. Lo relevante es la gente que se le va la vida esperando una respuesta».
Finalmente, reafirmó su orgullo por ser empleada judicial, pero subrayó que su militancia en derechos humanos la llevó a priorizar su coherencia antes que permanecer en un cargo sin lograr cambios.