La senadora nacional por Santa Fe habló por FM Master’s y
criticó con dureza el rechazo al proyecto de Ficha Limpia y
responsabilizó a la política por priorizar acuerdos partidarios
sobre la demanda social.
La senadora nacional Carolina Losada no ocultó su indignación tras el
fracaso en el Senado del proyecto de Ficha Limpia, una iniciativa que
buscaba impedir que personas con condenas por corrupción ocupen
cargos públicos. En una entrevista por FM Master’s, la legisladora
santafesina aseguró que la decisión de rechazar la ley demostró que «la
política decidió dejar aparte la voluntad de la gente y que
prevalezcan los acuerdos políticos, la voluntad de que algunos
sean impunes».
Losada, quien había seguido de cerca el impulso ciudadano detrás de la
iniciativa, recordó que el proyecto nació de la sociedad: «Dos
personas, Fanny Mandelbaum y Gastón Marra, empezaron a
batallar con esto, 500.000 personas en todo el país firmaron en
la plataforma para que se trate Ficha Limpia». Sin embargo,
destacó que, pese al respaldo popular, «la política decidió dejar
aparte la voluntad de la gente y protegió la impunidad».
La senadora no ahorró críticas hacia el kirchnerismo, al que
responsabilizó por su oposición sistemática a la iniciativa: «Ellos son
siempre los que están buscando que la mugre quede abajo de la
alfombra”. Pero su mayor enojo estuvo dirigido hacia quienes,
habiendo comprometido su apoyo, cambiaron su voto en el recinto: «Lo
que sucedió ayer es que dos senadores que votaron con nosotros
durante todo el año, votaron en contra de algo con lo que se
habían comprometido con todos nosotros, pero principalmente,
públicamente y con la gente».
Sobre el festejo de los bloques opositores tras la derrota del proyecto,
Losada fue contundente: «Ellos siempre van a estar festejando ser
impunes». Sin embargo, aseguró que lo más sorprendente fue la
reacción incluso dentro del propio oficialismo: «Nos sentimos todos
unos tarados, yo creo que todos los argentinos nos sentimos
unos tarados».
La legisladora evitó especular sobre las razones internas que llevaron al
cambio de postura de algunos senadores, aunque reconoció que el
resultado fue inesperado: «Si no nos lo esperábamos nosotros y
ellos tampoco se lo esperaban, contame». Su conclusión fue clara:
el Senado perdió una oportunidad histórica de responder a una
demanda ciudadana y, en cambio, optó por proteger los intereses de la
casta política.
