El hecho ocurrió cerca de las 5 de la madrugada, momentos en los que Juan Pablo Crespi fue detenido por la policía, tras destrozar con un elemento contundente once vehículos de la concesionaria JPC.
El joven que llevaba puesto un gorro de papa Noel, saltó por la valla metálica del lugar y subió al capot de uno de los vehículos y desde allí saltó por varios autos más, ocasionando destrozos múltiples en carrocería y vidrios de lunetas, parabrisas y puertas.
Además, el joven ocasionó daños sobre otros autos que se encontraban estacionados afuera de la concesionaria.
Al momento de su detención Crespi manifestaba que era menor de edad, información que la policía confirmó como falsa; además de alegar que la concesionaria pertenece a su padre, dato que está en averiguaciones.
La detención se produjo mientras el hombre causaba los destrozos sobre los vehículos, y tras varios llamados de vecinos.