Por Esteban Machiavello.
Massimiliano Pagano y Daniela Manríquez fueron detenidos durante un ritual de Ayahuasca en una casa particular, hace 3 meses. Luego fueron liberados, pero la justicia les secuestró sus bienes y no les permite salir de la provincia.
Massimiliano es ciudadano italiano, y Daniela es chilena. Viajaron a Tierra del Fuego en plan turista, para quedarse 8 días en Ushuaia. “Es la primera vez que sucede algo así, porque es habitual que vayamos a cantar alrededor del mundo”, le dijo Massimiliano a este medio.
El 11 de febrero, los asistentes se disponían a participar de una ceremonia ancestral chamánica, en una casa del barrio Los Alakalufes, cuando ingresó personal policial, demorando a todos los participantes, y secuestrando los elementos que se iban a usar en el ritual, que es común en países como Perú o Colombia.
“Incautaron todos nuestros elementos de trabajo, teléfonos celulares, y nuestras pertenencias económicas, no tenemos cuenta bancaria, nos dejaron en la calle y sin poder salir del país ni de la provincia”, relató Massimo.
La Ayahuasca es una medicina de la cultura amazónica, una infusión vegetal elaborada en base de la vid Banisteriopsis caapi y la hoja de Psychotria viridis. La hoja de P. virdris contiene DMT, un químico natural que se encuentra tanto en plantas como en animales.
La infusión se toma en ceremonias bajo la supervisión de un chamán, y posteriormente induce una experiencia prolongada. En la década de 1980, se registraron más de 70 nombres diferentes para preparaciones de ayahuasca de tribus indígenas distintas, lo que demuestra su uso generalizado por parte de grupos aislados.
Internacionalmente, DMT es un medicamento incluido en la lista de sustancias restringidas, pero la Convención de Viena de la ONU no prohibió las plantas que contienen DMT. Por lo tanto, los países tienen sus propias regulaciones sobre las plantas que contienen DMT, como el ayahuasca.
En Argentina, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) incluye al DMT en la lista de “Estupefacientes, psicotrópicos y demás substancias susceptibles de producir dependencia física”, regulada por el Código Penal. Además, la ANMAT no considera al ayahuasca como un medicamento que contenga como principio activo drogas vegetales usadas con fines medicinales.
En el allanamiento se incautó la ayahuasca con el objetivo de saber que hay dentro del compuesto, por lo que se lo envió a Buenos Aires para ser analizado. “Dentro de la ley argentina hay un compuesto que también se encuentra dentro del compuesto incautado, según la ley es un producto sintético o elaborado químicamente y no el producto natural como en este caso, hay un vacío legal y falta de conocimiento para poder profundizar”, dijo Massimo.
Pero pasaron más de tres meses y los compuestos enviados a Buenos Aires aún no fueron sometidos a prueba alguna. “El estudio es muy dificultoso, porque se analiza un brebaje de compuesto natural, hay un vacío legal sobre el compuesto de la medicina de origen vegetal”, agregó Daniela.
Aún no hay fecha de retorno con el resultado de los análisis, y tanto Mássimo como Daniela viven como pueden. Al no tener sus elementos de trabajo, porque los tiene la justicia, no pueden generar dinero. Daniela tiene una hija menor de edad que depende económicamente de ella, pero con la que tampoco se pudo comunicar. Desde el Ministerio de Desarrollo Social sostienen que no pueden darle ayuda económica a extranjeros, y desde el Juzgado, les dicen que vayan a Desarrollo Social.
“No tenemos comunicación con el juzgado, no hemos sido acusados de nada ni convocados por el juez, no hubo declaración indagatoria. Hemos tenido que dormir en el parque nacional, restringidos en nuestra comunicación con nuestras familias”, dijo Daniela.
En ambos casos intentaron ponerse en contacto con las embajadas de sus respectivos países. A Massimo le exigieron pedir una cita presencial ante la embajada de Italia, pero, al no haber en la provincia ningún órgano parecido, debe presentarse en Buenos Aires. Pero se lo impide la restricción de salida del territorio fueguino.
En el caso de Daniela, ciudadana chilena, el consulado le aclaró que no cuentan con abogados, además, no tienen injerencia en la jurisprudencia argentina.
Ahora resta esperar un mínimo de humanidad de parte de las autoridades judiciales. En un español italianizado, Massimo pide “no hay intento de escaparnos, que se nos dé la oportunidad de comunicarnos con nuestras familias”, e insiste en que “si la decisión es seguir este caso por parte de la justicia, que se ponga una fecha y participaremos, que se nos de claridad en la situación”.
