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28 de marzo de 2024

Paridad de género: Un aniversario poco feliz

A un año de presentado el proyecto por el Movimiento de Mujeres de Ushuaia para garantizar la ocupación efectiva de las bancas por mujeres en el Concejo Deliberante de Ushuaia, nada ha cambiado. A fines de 2017 los concejales decidieron mandar al archivo los proyectos que abordaban el tema en una maniobra cobarde y machista.

En 2018 el Movimiento de Mujeres presentó un amparo al respecto que fue favorable a sus reclamos, hoy luego de la apelación por parte de los concejales se espera la resolución de la Cámara.

El sistema electoral de Ushuaia establece la paridad en las listas, pero luego, la manera en la que se aplican las preferencias, hace que se modifique el orden original de las nóminas, pudiendo generar un concejo compuesto completamente por hombres como ha sucedido.

Desde que se sancionó la Carta Orgánica Municipal la participación de mujeres en las bancas ha ido bajando hasta la conformación actual que está totalmente integrada por hombres.

Ante esta situación, representantes de organizaciones de mujeres, partidos políticos y gremios presentaron un proyecto de ordenanza consensuado que busca garantizar la paridad de género en las bancas del Concejo Deliberante para las próximas elecciones.

El proyecto intenta combinar, el sistema D´Hont de distribución de bancas, las preferencias y la paridad establecida en el artículo 218 de la Carta Orgánica Municipal.

Así se seguirían distribuyendo las bancas mediante el sistema D´Hont, asegurando la representación de las minorías. Luego se contarán las preferencias, mediante las cuales el electorado puede modificar el orden de las candidaturas. Y a continuación, el proyecto propone, realizar la asignación de bancas en orden de paridad, es decir alternando hombres y mujeres más preferidos/as.

Es decir, “si una fuerza política obtuviese más de una banca, se procederá a asignarlas en orden de paridad según las preferencias obtenidas. Si el primer candidato más preferido fuese un hombre, la segunda banca será asignada a la mujer más preferida, y así sucesivamente. Si ninguna fuerza política obtuviese más de una banca, se procederá a asignarlas en el orden establecido de minorías y bancas, si una mujer resultara la candidata más preferida de la primera minoría, la segunda minoría se integrará con el candidato varón más preferido de su lista”, así sucesivamente y viceversa.

Este proyecto, y otros tres que se había presentado con intensión similar – algunos iban por el cupo femenino (30% de la composición) y otros por la paridad (50 y 50 entre hombres y mujeres)- basaban sus fundamentos en tratados internacionales, leyes nacionales, provinciales y artículos de la propia Carta Orgánica.

Pero el Concejo, en una maniobra controversial y machista, los mandó al archivo luego de un rápido y liviano tratamiento.

Controvertida porque en un primer momento los concejales habían decidido, por mayoría, girarlos a comisión, pero a pedido del concejal y presidente del órgano, Juan Carlos Pino, se volvieron a tratar y fueron pasados a archivo. Y machista porque fue una demostración de fuerza, de poder, ante el colectivo de mujeres que estuvo presente durante el primer tratamiento y que cuando se retiró del recinto con su pequeña victoria, comprobó más tarde cómo se modificó la decisión a sus espaldas.

 Recurso de amparo

Ante este hecho, el Movimiento de Mujeres presentó un recurso de amparo contra el Concejo Deliberante, pidiéndole a la Justicia que obligue a los concejales a volver a dar tratamiento a los proyectos. La justicia electoral hizo lugar a este pedido e instó al Concejo Deliberante a “reparar la violación de los derechos en juego” y a que se ajuste al marco jurídico aplicable delineado en la sentencia: “Los derechos en juego son operativos, y la normativa vigente debe armonizarlos porque no solo tienen basamento en la Constitución Nacional sino también en los Tratados Internacionales”.

El juez Isidoro Aramburu ordenó al Concejo Deliberante que aborde el tema de forma seria y en profundidad, con el objetivo de corregir el sistema electoral de manera tal de adecuarlo garantizando la paridad de género.

Pero el Concejo decidió apelar esta decisión sosteniendo que debían reformar la Carta Orgánica para poder cumplir con ese pedido. En ese sentido, el concejal Pino presentó un proyecto ante sus pares que, entre otras cosas, propone convocar a Convención Constituyente para que defina si se mantiene o elimina el sistema de preferencias vigente.

Esto, además de dilatar los tiempos – porque el proyecto se encuentra en comisión para su debate-, no garantiza la paridad. Ya que, si se toma de ejemplo las últimas elecciones, si no existiera el sistema de preferencias hubiesen quedado las bancas ocupadas por cinco varones y dos mujeres. Y eso no es paridad de género.

Al respecto el Movimiento de Mujeres, presentó un escrito ante la justicia denunciando esta maniobra y el incumplimiento del fallo. Luego de la feria judicial se espera la resolución de la Cámara al fallo apelado por el Concejo Deliberante.

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