El próximo domingo en la escuela 10 se realizará el festival Ni un pibe menos por la droga, desde las 15 hs y hasta las 21, con la entrada a voluntad.
Sebastián Gillig es docente de música y uno de los integrantes del movimiento de carácter nacional que desde el año pasado comenzó con actividades dedicadas a concientizar a los jóvenes sobre la temática del consumo de drogas, con un abordaje desde la prevención.
La agrupación a desarrollado muraleadas, en paredes prestadas por los vecinos para ser intervenidas, también han organizado un ping pong con más de 60 jóvenes. De la misma manera han colaborado con la kermese solidaria en Chacra 13, generamos talleres artísticos y deportivos, todo de manera voluntaria y sin fines de lucro.
Dentro del movimiento se pueden encontrar docentes y jóvenes integrantes de algunos centros de estudiantes de los colegios de la ciudad.
“Es una forma de demostrar que los pibes no están en cualquiera”, dijo Gillig, y aclaró que, frente a la droga, “no hay una sola puerta de entrada, porque cualquier situación puede ser la base del consumo. Por ejemplo ahora hay muchos pibes que terminan el secundario y están sin laburo, o los despiden”.
El objetivo de Ni Un Pibe Menos Por la Droga es generar discusión, frente a la carencia de políticas públicas integrales. Según el docente “el acceso a la salud pública es también bastante carente, en Río Grande no hay centros públicos de asistencia”.
“Los pibes llegan a la muerte por el abuso de drogas”, dijo Gillig. Siendo el caso de la fiesta Time Warp el más reciente. Durante el evento de música electrónica que tuvo lugar en abril del año pasado en Buenos Aires, 5 chicos murieron por el denominado “policonsumo” de estupefacientes.
“En Río Grande vemos como le venden faso a los pibes en las puertas de las escuelas”, denunció el docente.Y aclaró que, depende de cada sector, “las diferentes sustancias se consumen más que otras”.
