Los Profesionales universitarios de la provincia vienen reclamando que les devuelvan la inscripción gremial que les otorgó la gestión de la ex gobernadora Fabiana Ríos, pero que fue derogada por la gestión de Rosana Bertone.
Bajo la premisa de que los únicos que se podían sentar a discutir en paritarias eran los miembros de ATE, el gobierno de Bertone dio de baja el decreto de Ríos, que creaba un registro provincial de asociaciones gremiales. Entonces, los profesionales universitarios, entre otros sindicatos, quedaron afuera de cualquier mesa de discusión.
“Podíamos discutir condiciones laborales en paritarias. Tenemos desazón de cómo vemos que manejan la profesionalización del estado”, dijo José Luis Piedra, secretario general de ASPUE.
Si bien han tenido contacto con algunos funcionarios del Gobierno actual, todavía no tuvieron respuesta a su reclamo. Además, hace 11 años que siguen reclamando al Ministerio de Trabajo de la Nación para que regularicen su sindicato, y ante la falta de respuesta, iniciaron un juicio por no ser reconocidos como gemio.
“Desde el punto de vista legal no nos podemos sentar en paritarias, eso no significa que no tengamos un reclamo legitimo como sector”, dijo Piedra.
Y agregó: “Ríos había decretado la creación del gremio provincial que no se superponía con las acciones que llevaba el ministerio de trabajo, eso nos permitió durante la gestión Ríos sentarnos a negociar. Pero cuando vino Bertone dio de baja ese decreto y dejó de tener efecto”.
A su vez, Piedras destacó que en la actual gestión “por lo menos dicen que quieren escucharnos. Yo he tenido una conversación breve con el gobernador, y sabía de nuestro reclamo, en la misma reunión, el mismo gobernador dijo que iba a hablar con todos los sectores y que como el nuestro había otros gremios, como AFEP, en su momento también lo estuvo SIPROSA”.
Bajo la situación actual ASPUE, además de no poder sentarse en una mesa paritaria, tampoco tiene derecho de huelga, ya que no está reconocido como sindicato. Sin embargo, se las arreglan para difundir sus reclamos mediante otros canales de comunicación, como las redes sociales.