Becarios del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET) marcharon por el centro de la ciudad en reclamo de recomposición salarial y ante la situación de ahogo financiero que atraviesa la investigación científica en el país. Conforman el 34% del total del personal, pero no son considerados por el Estado como trabajadores formales, sino que se encuentran en una situación precarizada, sin aportes jubilatorios, ni aguinaldo, entre otros derechos laborales.
Si bien los trabajadores del CONICET cerraron un aumento salarial del 15% en cuotas, esto no se extiende automáticamente a los becarios, sino que se tratará de una decisión del directorio hacer extensivo ese incremento.
Luego de las movilizaciones que se realizaron en todo el país se conoció que se actualizará el monto del estipendio de los becarios según lo estipulado en el acta paritaria 2018 de la Administración Pública Nacional, tal como se venía efectuando año tras año.
Se liquidará así, en los primeros días de julio, la suma fija de $2.000 incluida en dicha paritaria para el mes de junio.
Y que también se pagará en cuotas el acuerdo de 2017 que todavía no se había liquidado, aunque para hacer frente a eso hará falta que el Ministerio de Ciencia y Tecnología a cargo Lino Barañao remita la partida presupuestaria.
Para conocer la situación que viven los becarios en Ushuaia, Tiempo Fueguino habló con una de ellas, Celina Álvarez Soncini.
En el CADIC trabajan 51 becarios doctorales y posdoctorales, son profesionales universitarios, que por sus calificaciones y antecedentes han sido seleccionados por comisiones de científicos del CONICET para desarrollar proyectos de investigación de posgrado.
Conforman el 34% del total del personal, pero no son considerados por el Estado como trabajadores formales, sino que se encuentran en una situación precarizada, sin aportes jubilatorios, ni aguinaldo, entre otros derechos laborales. Su contrato exige dedicación exclusiva que sólo puede complementarse con horas de docencia.
“La situación de todo el tema científico viene complicada desde el 2015, desde que asume este nuevo gobierno y al año siguiente se reducen los ingresos a la carrera de investigador científico que es la manera de formar parte de la planta del Estado, y también se reducen las becas doctorales y posdoctorales” explicó Álvarez Soncini.
Y agregó “esto es un proceso de vaciamiento sistema científico, porque también se redujeron las partidas para proyectos y también, de manera muy significativa, el número de ingresos a la carrera que estaba propuesta en el plan Argentina 2020”.
Asimismo la becaria destacó “un dato importante y no menores es que los becarios en el todo el sistema somos casi el 50% de la planta del CONICET, cuando dicen que no tiene trabajadores en negro en realidad tienen casi un 50% de becarios que somos trabajadores precarizados”.
“A esta difícil situación se suman los ingresos no efectivizados de los postulantes a la Carrera de Investigador Científico -similar a “planta permanente”- con doble recomendación de las comisiones evaluadoras, lo que implica en los hechos que personas que han dedicado hasta 7 años de su vida a producir conocimiento, en condiciones de precarización laboral, para el organismo y el país sean despedidos sin que su idoneidad científica se vea cuestionada y sin indemnización” recalcó Álvarez Soncini.
Sobre el aumento que finalmente recibirán la becaria explicó “no es suficiente, es un incremento en cuotas del 15%, que estaríamos recibiendo en un par de meses y que no equipara el aumento de tarifas que hubo, el arreglo que hizo el gremio de UPCN es paupérrimo”.
Becarios y becarias han definido una nueva movilización para el 17 de julio y convocar antes a asamblea general del personal de ciencia y tecnología para definir un nuevo plan de lucha.
