“Tuve múltiples ofertas del sector privado y estaría ganando el triple, pero el hospital público me da la posibilidad de hacer docencia e investigación, poder estar en internación, en consultorio general”, dijo Julio Torres, médico diabetólogo del hospital de Río Grande.
El médico tiene una maestría en diabetes en la Universidad del Salvador, y se dedicó a esta especialidad en la que “hay que estar a veces años sobre un paciente, y a muchos profesionales no les gusta”, dijo. Torres se formó en el sector público, “siempre estuve en hospitales y centros de salud”.
Por Fm Aire Libre, el médico habló sobre la realidad de los profesionales de la salud en la provincia, en una fecha en la que se celebra el día del médico, en honor al médico cubano Carlos Juan Finlay Barrés, nacido un 3 de diciembre de 1833. Finlay Barrés confirmó la teoría de que la propagación de la fiebre amarilla era a través del mosquito Aedes aegypti, un hallazgo de trascendencia mundial que evitó miles de muertes en América Latina.
“El sistema de salud está colapsado y los médicos no damos abasto. Queremos ganar mejor, no trabajar menos, porque eso va en desmedro de la población”, afirmó Torres.
Según el médico, “hay un faltante de 150 profesionales en toda la provincia, actualmente hay alrededor de 400 en toda la provincia, entre médicos Generalistas, odontólogos, infectólogos, diabetólogos, y especialistas”.
Para Torres “debería haber una ley, como se hizo con enfermería, donde se crearon vacantes, porque hoy se logran vacantes de gente que se jubila, y no hay vacantes nuevas. Esto no alcanza para cubrir las falencias que existen. Debería haber un médico generalista cada 2000 habitantes. Debería haber no menos de 25 médicos solo en Río Grande y hay menos de la mitad”.
El médico se manifestó en la misma línea que SIPROSA, que mediante un comunicado cuestionó el Convenio Colectivo entre Gobierno y algunos gremios estatales.
“Estamos sorprendidos y dolidos, molestos y ninguneados, como en todos estos cuatro años. Consideramos que este acuerdo viola todos los derechos de los trabajadores que no estamos en los gremios que firmaron el acuerdo. Hay una clara intencionalidad de un pequeño megapase. Y tiene muchas aristas que van contra nuestro sector, por la implementación y la forma en la que se llegó a este acuerdo, que tiene características espurias, fue firmado entre gallos y medianoche y se mantuvo en secreto”, opinó el médico.
Y agregó que el acuerdo “se lleva a cabo a días del cambio de Gobierno, y el nuevo gobierno pierde herramientas en la ecuación con el sector profesional”.
