En su despacho del ministerio de Industria, Ramiro Caballero, titular de la cartera, recibió a Tiempo Fueguino para dialogar respecto de los avances en los distintos aspectos que hacen a la continuidad de la industria fueguina.
Tiempo Fueguino: ¿Volvieron a tener un encuentro con Dante Sica (ministro de la Producción de la Nación)?
Ramiro Caballero: hay dos momentos que si nos reunimos con Sica: uno fue ni bien asumió de ministro, que salió en todos los medios, que nos habíamos reunido con la gobernadora (Rosana Bertone) donde más allá de que es una persona que conocemos, que sabemos que conoce Tierra del Fuego, que tiene expectativas de ver de qué manera toma proyecto la provincia y lo lleva adelante, esa fue la primera reunión formal. Donde habíamos quedado con una agenda de tareas o de trabajo que parecería que era lo más importante que rescatamos de esa reunión. Algo que en su momento le plantemos a Cabrera (Francisco, exministro de la Producción de la Nación), lo mismo le plantemos a Sica, a la espera de continuar ese trabajo que nosotros veníamos proponiendo desde Tierra del Fuego.
TF: ¿Y la segunda?
RC: La otra reunión fue cuando se reunieron todos los empresarios, la gobernadora, el secretario de trabajo de la Nación y demás, la UOM con Antonio Caló (secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica Nacional), Oscar Martínez (UOM Río Grande), Héctor Tapia de Ushuaia; donde fue esa situación que todos queríamos entender que se iba a respetar el acuerdo que las partes habían hecho, los compromisos asumidos, tanto el sector empresarial como laboral están cumpliendo. Cualquier duda que pudiera surgir se tenía que plantear en esa mesa. De hecho en ese momento se plantearon tres situaciones de compañías que tenían problemas, como era el caso de Audivic, Famar y Foxman que no tenían financiamiento y otros temas mucho más fuertes, y más difíciles de solucionar, pero también la gobernadora ahí fue muy criteriosa y en esa mesa planteó a la Nación que no solamente tenemos que saber si las empresas a los trabajadores en qué momento se encuentran en su acuerdo sino avanza sobre lo que habíamos propuesto desde la provincia y los compromisos que también, tanto la provincia y la Nación habían asumido. Ese acuerdo de fines de 2017. Algunas cosas la Provincia llevó adelante, la Nación en algunas sí y otras no, y ahí es donde la agenda se queda. No hay un avance porque después la dinámica de la economía nacional, de la situación compleja del país me parece que hace que no se tomen definiciones mucho más concretas de lo que vemos. Pero eso no pasa en Tierra del Fuego, pasa en todas las provincias de la Argentina, me parece que la dinámica que tiene que tener la cartera es mucho más fuerte y agresiva hacia los sectores productivos y hacia las provincias de lo que estamos viendo hasta el día de hoy.
TF: Ahora parece que la crisis económica estanca las decisiones políticas y las propuestas que se llevan adelante.
RC: A principio de año teníamos una situación distinta a la que vimos hoy, teníamos un momento donde todo el trabajo que la provincia llevó adelante se había reflejado porque habíamos sido noticia de mejores precios. Inclusive las producciones nuestras eran altas en los mayores rubros que tenemos. Fíjate qué sucedió: en abril nosotros vimos de que había una situación que ya empezaba a cambiar la conducta económica del país. Si bien no era reciente, veíamos que había una dificultad aún mayor. Pero Tierra del Fuego igualmente con sus producciones venía bastante bien. Luego de lo que todos conocemos: una disparada del dólar, crecimiento de la inflación en números que jamás se hubiese pensado que iba a suceder tan rápidamente, una caída del consumo muy fuerte, y en eso hay una retracción en todos los sistemas productivos de la Argentina, del país y un golpe obviamente a Tierra del Fuego también, porque en ese sentido porque nuestras producciones se ven con una dificultad de poder sostener lo que se viene haciendo hasta los primeros 4 o 5 meses del año. Esa economía que hoy tenemos en el país hace que nosotros no veamos rápidamente cómo resolver esa situación. Porque si no hay consumo, la argentina, el argentino, no le alcanza el dinero. Lamentablemente tiene que priorizar el gasto, y ese gasto tiene que ir en otra cosa. Que son las necesidades básicas que todas las personas necesitamos. La gobernadora de Tierra del Fuego ha hecho siempre propuestas. Nunca fue solamente con una necesidad a plantear, sino con respuestas concretas para resolver distintas situaciones. De hecho, elementos claros como trabajar en competitividad. Trabajamos dese que inició la gestión en todos los ejes de competitividad: aduana, portuarios, transporte, con las marcas…
TF: Pero estas propuestas ¿tienen algún tipo de rebote en el Gobierno Nacional, o el contexto general paraliza las decisiones?
RC: Nosotros, todos esos encuentros que hicimos durante el año 2016/2017 quien siempre estuvo ausente fue el Estado Nacional. Estuvieron los trabajadores, estuvieron las empresas, estuvieron las marcas, estuvo la Aduana, estuvo el INTI en algún momento, pero quienes son: la secretaría de Producción, el Ministerio de Industria, el ministerio de Producción de la Nación no estuvo presente.
TF: Había muchas criticas hacia la figura de Cabrera (Francisco, ex ministro de Producción) ¿y con Sica la cosa es diferente?
RC: Y con Sica entendemos que tiene que haber una relación mucho más estrecha porque no lo conocemos, pero todavía notamos que no ha habido una mejora. Sí una mejora de la relación, pero no un impacto inmediato, tal vez por el contexto que viene. Es una situación compleja que le tocó asumir, pero me parece que tiene que ser mucho más profundo. Cuando la provincia propone algo que puede ser de la complementación industrial es porque sabemos y tenemos estudiado que eso es beneficioso. En el viernes pasado, formalmente ya por mesa de entrada, ante el ministerio de Producción de la Nación, he notificado al ministro de Producción de la Nación de el trabajo que habíamos elevado en su momento a la Nación, del pedido de un borrador de decreto donde habla de la diversificación a través de la capacidad instalada en Tierra del Fuego, de la posibilidad de mejorar las normativas que existen. Y creo que es una gran oportunidad que el ministro también tiene para poder acompañar a la provincia y lograr que eso no va a ser ni un costo fiscal, ni un problema. Este es un beneficio para el país: sectores productivos del país necesitan la capacidad instalada de Tierra del Fuego. Nosotros queremos mejor utilizarla. Eso que tenemos como capital de trabajo existente, el conocimiento, la tecnología. Ponerlo a servicios de nuevos productos para otros sectores del país.
TF: Pero de también está el contrapeso de los reclamos que había habido. El costo laboral, la logística, la aduana ¿en qué se ha podido avanzar?
RC: Hay dos cosas: primero que nosotros sobre el coto laboral, lo dijo el otro día el presidente de CAME (Gerardo Díaz Beltrán, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa) muy bien. Nosotros no queremos ir sobre el salario de los trabajadores, acá lo que hay que achicar es el costo que existe. Es presión que se pone sobre sueldo, que es casi un impuesto. Después tenes el gasto tributario del presupuesto sobre Tierra del Fuego es muy discutible. Una decisión de una producción como la nuestra que la tiene México, que la tiene Brasil, Estados Unidos hoy. Fijate que Estados Unidos hoy está promoviendo industrializarse donde pone mayores aranceles en productos terminados, y quita aranceles a los insumos porque sabe que esa llegada de insumos hace que se pueda producir una industria nueva y lo ve beneficioso. Brasil no solamente ha tenido inconvenientes en su momento económicos, sociales, inclusive, pero sin embargo apuesta a la industrialización.
TF: Estamos en un contexto nacional donde el Gobierno ideológicamente evidentemente no está dentro de su línea la cuestión de la Industria Nacional, además acompañado del lobby de algunos medios ¿tiene posibilidades de prosperar todo esto en este contexto?
RC: Primero porque se habla con mucho desconocimiento. Cuando se habla de costo fiscal o gasto tributario como figura en el presupuesto, yo me pregunto, sin producción no hay gasto tributario, porque en definitiva no existe eso. Ahora vos fíjate que el post producto que se fabrica en Tierra del Fuego va a venir de algún lado porque en definitiva alguien lo consume ¿qué va a suceder ahí? Va a girarse mayor cantidad de divisa inclusive, para traer ese producto, sin generación de empleo. Y si se quiere que salga inclusive más barato, tiene que bajar el arancel con el cuál el costo fiscal es mayor. Anoche hablaba Lanata de los gastos tributarios de la Argentina, y hablaba del varios casos, cuando nombró Tierra del Fuego, yo digo que si se hubiese discutido cuándo es gasto tributario, que realmente hay que calcularlo para no tirar un número como se tira, o bien decir por qué esa apuesta de desarrollo en el extremo sur del país, puede ser una gran discusión. En todo caso si no se conoce profundamente la industria, no se conoce de qué se está hablando, tal vez sería un informe mucho más correcto. Sin embargo, lo que se expresa es de forma despectiva hablar de la industria del Telgopor. Vos fíjate qué desconocimiento hablar de esa manera. Volvemos a lo mismo: si no se conoce el sector productivo de Tierra del Fuego, mal se podría hablar de ella. Nuestra provincia fabrica de la misma manera que fabrican otras partes del mundo: lo hace Brasil, lo hace China, lo hace México. Entonces, cuando se habla de esa manera y no se habla de producto importado de la misma forma, evidentemente hay una intención. Yo no sé si intención política o cuál, con lo que no me queda otra que invitarlo al periodista, que venga, que podamos recorre juntos, que me acompañe a recorrer la industria y la conozca. Y a partir de ahí compararla.
TF: ¿Lo vas a invitar a Jorge Lanata?
RC: Sí, lo voy a invitar. Me parece importante, me parece que es un comunicador muy fuerte del país, gente que lo sigue, los medios nacionales tienen mucha llegada. Imagínate que a la noche el programa seguramente debe ser una audiencia muy importante. Y desinformar o informar en forma no correcta no hace bien. Mucho menos en un contexto adverso, difícil como estamos viendo en nuestro país.
